El célebre cineasta Woody Allen insiste en que nunca abusó de su hija adoptiva Dylan, y boicoteado por un creciente número de actores acusó a la familia de su expareja Mia Farrow de aprovecharse del movimiento Time’s Up para reavivar una «denuncia desacreditada».
«Aunque la familia Farrow está cínicamente usando la oportunidad brindada por el movimiento Time’s Up para repetir esta denuncia desacreditada, eso no la torna más verdadera hoy que en el pasado», escribió Allen, de 82 años, en un comunicado divulgado el jueves.
«Nunca abusé de mi hija, como concluyeron todas las investigaciones hace un cuarto de siglo», añadió.
Las declaraciones del legendario director de cine fueron difundidas como respuesta a una entrevista televisiva que su hija adoptiva Dylan Farrow, de 32 años, concedió a CBS en momentos en que el movimiento Time’s Up contra el acoso sexual sacude a Estados Unidos, y que fue transmitida en su totalidad este jueves.
«Quiero mostrar mi rostro y contar mi historia», afirmó Dylan, que detalló cómo su padre la llevó a una buhardilla en la casa de campo de su madre en Connecticut, le pidió que se tumbara sobre su estómago y jugara con un tren de juguete de su hermano.
«Él se sentó detrás de mí, en la entrada, y cuando estaba jugando con el tren abusó sexualmente de mí. Como la niña de siete años que era, hubiera dicho que tocó mis partes privadas y eso fue lo que dije», explicó.
«Ahora, con 32 años, diría que tocó mis labios vaginales y mi vulva con sus dedos», agregó Dylan, que explicó que aquel día su madre había salido de compras y que cuando se lo dijo estaba tan disgustada que ella creía haber hecho algo mal.
GV