La bolsa de Nueva York cerró a la baja el jueves, lastrada por decepciones en la ola de resultados corporativos, en particular de Tesla, pero limitó sus pérdidas en una actitud de esperar y ver.
El índice Dow Jones perdió un 0,33%, el tecnológico Nasdaq cedió un 0,80% y el índice ampliado S&P 500 cayó un 0,60%.
«Algunos grandes nombres pesaron sobre el S&P, el más grande fue Tesla, que arrastró consigo a todo el sector de consumo no esencial», dijo Art Hogan de B. Riley Wealth Management.
«Esta es la primera vez desde el comienzo de la temporada de ganancias que el mercado comienza a moverse«, señaló el analista. Las primeras tres sesiones de la semana resultaron en variaciones menores.
La compañía propiedad de Elon Musk fue castigada (-9,75%) por haber reportado una fuerte caída de su ganancia neta en el primer trimestre del año debido a la política de recorte de precios de sus vehículos para compensar el aumento de la competencia y la reducción del apetito del consumidor.
«Tesla sigue siendo atractivo, pero el mercado no recuperará por completo la valoración del grupo hasta que se recuperen los márgenes», dijo Sophie Lund-Yates de Hargreaves Lansdown.
Igual que Tesla, todos los fabricantes de vehículos eléctricos sufrieron el jueves en Wall Street, incluso los actores históricos de la industria como General Motors (-3,01%) o Ford (-2.86%).
También se resintió el sector turístico, como la plataforma de reservas Expedia (-1,37%) o el operador de cruceros Norwegian Cruise Line (-4,10%).
Si bien ya no generan preocupación por su futuro, como sucedió durante la crisis bancaria, los bancos regionales están mostrando resultados que reflejan una contracción tanto en sus depósitos como en sus márgenes de ganancia.
Zions, con sede en Salt Lake City, fue uno de los que tuvo más dificultades y cayó un 4,89% después de revisar sus objetivos para todo el año.
El pesimismo también provino de los indicadores macroeconómicos del día, que fueron peores de lo esperado.
Las nuevas solicitudes semanales de desempleo aumentaron más de lo previsto, la actividad manufacturera en el área de Filadelfia -parámetro de referencia del sector en Estados Unidos- cayó al nivel más bajo desde mayo de 2020 y las ventas de viviendas existentes se contrajeron.
Estas cifras favorecieron una moderación de los rendimientos de los bonos, lo que refleja expectativas de deterioro de la economía.
El rendimiento de los bonos del gobierno estadounidense a diez años cayó al 3,52%, frente al 3,59% del cierre del día anterior. Esta baja en los rendimientos de los bonos contribuyó a limitar la de Wall Street, así como algunas sorpresas positivas del lado corporativo.
Wall Street se mantiene a la expectativa, con la vista puesta ya en los gigantes tecnológicos, cuyos resultados se esperan a partir de la semana próxima.
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