De acuerdo con los estudios de las agencias de la ONU y otras organizaciones no gubernamentales, la principal causa para que un venezolano emigre es la necesidad de procurar mejores condiciones de vida para su familia. A pesar de que Nicolás Maduro invente que la economía del país está mejorando, no hay muchos convencidos de volver a Venezuela.
De acuerdo con la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, han huido del país 6.041.690 personas. La mayoría está en países de América Latina y el Caribe. Sin embargo, es genuino el nerviosismo entre los inmigrantes que están en países como Perú y Chile, pues los cambios de gobiernos les hacen temer que pueda repetirse el modelo venezolano.
A pesar de eso, el programa de Vuelta a la Patria de Nicolás Maduro solo ha traído a 27.816 personas desde 2018, cuando comenzó, hasta el 22 de febrero de 2022. Esta es la prueba más rotunda de que nadie cree en la recuperación económica que tanto cacarean en Miraflores. Además, el segundo motivo por el cual los venezolanos se van del país es la violencia política, la persecución del gobierno chavista a quien piensa distinto, y eso, lejos de solucionarse, empeora con los días.
Lo cierto es que es imposible que las organizaciones multilaterales o las ONG dejen de preocuparse por este fenómeno migratorio que tiene a América Latina en jaque; sin embargo, lo único que pueden hacer es buscar maneras para atender a los cientos de venezolanos que diariamente cruzan la frontera para refugiarse en otros países. Representa un gran problema para Colombia, en donde se aloja la mayor cantidad, pero es sin duda para todos los que los reciben una emergencia humanitaria, pues atenderlos cuesta mucho dinero, presupuesto que muy pocos tienen.
Los fondos para la ayuda de migrantes venezolanos son solo pañitos calientes que, además, caen en un barril sin fondo, pues en vez de solucionar las causas, atienden solo las consecuencias. Y lo peor es que los números siguen aumentando, no hay manera de contener el éxodo de venezolanos si antes no se arregla la crisis que afronta el país.
La cruda realidad es que los que se van no siempre resuelven sus problemas, la mayoría pasa trabajo mucho tiempo antes de recuperar un mínimo de calidad de vida. Lo que puede parecer una solución es una larga cadena de acontecimientos que se imponen como una carga. Pero es elocuente que todo eso lo consideran preferible a regresar al país de Maduro. Ese es el punto álgido, eso es lo que hay que arreglar de una vez por todas.
Y entonces sí, volverán todos a reconstruir la patria.
Editorial de El Nacional