Cuentan los días. Los meses. Los años… Para algunos es casi un orgullo manifestar públicamente cuánto tiempo hace que no tienen sexo. Para otros, como siempre, no tanto, y se convierte en un silencio pleno de dolor, tabúes y vergüenza.
Si bien el dicho –y los sexólogos- afirman que el sexo es salud, muchas personas viven en abstinencia. Lejos de noches de placer, caricias y juegos eróticos, el celibato elegido tiene sus motivos. Repasémoslos.
1-Las razones religiosas. En este ámbito hay diferentes causas. Por un lado, los religiosos y religiosas de la Iglesia Católica Apostólica Romana consagran su cuerpo a Cristo y realizan votos de castidad para toda la vida.
Muchos creyentes, sobre todo los más jóvenes, también se imponen el llegar vírgenes al matrimonio. Y otros, los más practicantes, optan por no mantener contacto íntimo de ningún tipo durante la Cuaresma y hasta Semana Santa.
2-La edad: la realidad de los adultos mayores. Los años, las diferentes enfermedades, la viudez… Son muchos los factores que le juegan en contra a este grupo y logran que se decida dejar de lado la vida sexual.
3-Cuestión de salud. Los primeros meses del embarazo, luego del parto, durante algunos tratamientos específicos o después de determinadas cirugías, la abstinencia se origina en la recomendación médica.
En el caso de aquellos hombres que están bajo tratamiento por problemas de erección, tanto los sexólogos como los andrólogos recomiendan no mantener contacto físico para evitar que aumenten los niveles de estrés y ansiedad, cosa que afectaría aún más la impotencia.
4-Miedos y tabúes. La educación recibida, malas experiencias, inseguridades físicas, ansiedad, miedo a mostrar el cuerpo o a demostrar desconocimiento entre las sábanas… Estos son, entre otros, algunos de los motivos que llevan a elegir a la abstinencia como modo de vida. Sin embargo, detrás de esta aparente elección consentida, se esconden temores profundos que pueden resolverse con terapia adecuada.
Asexualidad no es sinónimo de castidad
A diferencia de la abstinencia elegida, la asexualidad se refiere a la falta o a la disminución de atracción sexual, y la búsqueda de otros recursos para sostener la relación de pareja. “Las personas asexuadas consideran que no sufren ningún trastorno (deseo sexual hipoactivo o fobias sexuales). Por el contrario, se sienten saludables y aceptan la disminución del deseo como una de las diferentes formas de identidad sexual”, explica el doctor Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo. Y agrega: “La mayoría de los sujetos asexuados se sienten así desde que empiezan a tener relaciones. Otros han pasado por un periodo de deseo más alto y luego vuelven a niveles bajos”.
Fuente: Agencias