Empleados se las ingenian para “bachaquear”. En un procedimiento de investigación realizado por especialistas en informática de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), se detectó que trabajadores de un establecimiento ubicado en el sector Amparo, “sacaron” en un mes más de siete toneladas de leche, además de jabón de baño, aceite y café en una cantidad considerable. Entre los involucrados se investiga a tres cajeros y a un técnico en informática, quien presuntamente desconectó el sistema biométrico para que no quedara ningún registro.
Compradores de dicho supermercado, cercano a la Circunvalación 2, realizaron varias denuncias alegando
que los productos regulados llegaban en grandes cantidades, y se acababan rápido. Lo que originó algunas escaramuzas en varias oportunidades, ya que los productos no se vendían en las cantidades que esperaban los compradores, a pesar de que veían que por el área de almacenamiento llegaban gandolas cargadas de todo tipo de producto.
Estafa informática. Una fuente ligada a la investigación reveló, de forma exclusiva a Versión Final, que ante la situación una comisión de expertos de la GNB decidió ingresar al cerebro informático del supermercado y revisar cada una de las ventas ejecutadas por día en cada una de las cajas registradoras.
“Se hizo un levantamiento informático forense, un experto en nómina y en sistema de inventario ingresó al sistema. Se capturaron todas las ventas de los distintos productos y al realizar la auditoría se detectó que cuatro personas, pertenecientes a la empresa, desconectaban el cable, yen un mes se llevaron 7 mil kilos de leche, siendo el máximo de compra de cuatro kilos de leche por mes”, detalló el informante.
Procedimiento. Los funcionarios entraron al sistema y revisaron las ventas que se ejecutaron por día en cada una de las cajas, y las pesquisas revelaron que cuatro empleados compraron con “cédulas blancas”(cédulas que pasan varias veces por un sistema de facturación).
Al realizar la auditoría se determinó que desconectaban el cable del captahuella que lleva la información de la compra hasta el servidor central, llamado Sistema de Información de Productos Regulados (Sipre), y de ahí a la sala situacional, precisó la fuente.
Al “desenchufar” dicho cable, los implicados lograban que la venta de productos se registrara en la caja, más no en el servidor (Sipre) y por consiguiente tampoco en la sala situacional, donde inspeccionan cada número de cédula.
“Es un procedimiento que vamos aplicar en todos los supermercados. Se espera que se realice la inspección a los abastos Bicentenarios”, refirió la fuente ligada al caso. Informó que se está levantando toda la información con conocimiento de un fiscal, se espera órdenes de aprehensión.
Emely Ordóñez
Versión Final