Un grupo de científicos de las universidades de Auckland (Nueva Zelanda) y de Nottingham (Reino Unido) establecieron esa relación después de haber analizado patrones alimenticios a nivel mundial, con datos procedentes de más de 500.000 niños de más de 50 países.
Esos datos sugirieron que una dieta pobre podría ser la causante de elevar las posibilidades de contraer las citadas condiciones.
El equipo investigador detectó que aquellos menores que consumían comida rápida, como hamburguesas «para llevar» («take away»), tenían un mayor riesgo de desarrollar condiciones como asma severo, eccema y ojos irritados y acuosos.
Según el estudio, extraído del «International Study of Asthma and Allergies in Childhood» («Estudio Internacional de Asma y Alergias en la Infancia»), comer frutas en abundancia parece, sin embargo, proteger al organismo contra dichas condiciones.
La comida rápida («comida basura») -alimentación donde el alimento es preparado y servido para su consumo rápido en establecimientos especializados o en la calle- a menudo contiene altos niveles de ácidos saturados, conocidos por afectar a la inmunidad de las personas, mientras que la fruta es rica en antioxidantes y otros componentes beneficiosos, de acuerdo con los expertos.
Estos detectaron que los menores que empezaban la adolescencia y que tres o más veces por semana ingerían este tipo de alimentos tenían un riesgo mayor, en un 39 %, de desarrollar asma severo.
Los investigadores hallaron que los pequeños de edades entre seis y siete años sufrían un riesgo un 27 % mayor.
Por otro lado, comer tres o más porciones de fruta semanalmente reduce el riesgo de padecer asma severo, eccema y rinoconjuntivitis entre un 11 y un 14 %, según esta investigación.
«Si las asociaciones entre la comida rápida y la prevalencia de los síntomas de asma, rinoconjuntivitis y eccema son causales, entonces los hallazgos tienen una gran influencia en la salud pública debido al creciente consumo de comida rápida a nivel global», señalaron los autores del estudio, Innes Asher, de la Universidad de Auckland y Hywel Williams, de la Universidad de Nottingham.
En algunos casos, alimentos como la leche de vaca, los huevos, el pescado, marisco, productos de levadura, nueces y algunos colorantes y conservantes pueden agravar los síntomas, previnieron los expertos.//AGM
Fuente: Agencias