El director del diario catalán La Vanguardia reveló los momentos finales del fallecido entrenador. «Que mala suerte he tenido», le confesó a uno de sus amigos.
En las últimas semanas, el estado de salud de Tito Vilanova fue empeorando a causa de una oclusión intestinal, resultado de la metástasis. No obstante, siguió luchando, a pesar de que se iba quedando sin fuerzas. Perdió catorce kilos en dos meses, según un artículo del director del diario catalán La Vanguardia.
Vilanova, con un gran coraje, dedicó los últimos días a despedirse sutilmente de sus amigos. Habló con el técnico Charly Rexach, al que consideraba su hermano mayor; con el ex directivo Ángel Fernández, que había superado un tumor de glándula parótida como el suyo; con el asistente Jordi Roura, el amigo que nunca quiso sentarse en el lugar que ocupaba Tito en el banquillo cuando tuvo que sustituirlo, a modo de respeto; con Sandro Rosell, que se esforzó para que Vilanova pudiera ser tratado con un fármaco de última generación en un hospital de París.
A Rexach le comentó el pasado fin de semana, en una conversación que lo dejó dos noches sin dormir, que el destino le había jugado una mala pasada: «Qué mala suerte he tenido, Charly. Conseguí lo que siempre había querido, ser entrenador del Barça, pero apenas he podido disfrutarlo».
Vilanova debutó en el banquillo el 19 de agosto de 2012 y el 20 de diciembre del mismo año se suspendía la comida de Navidad del club por la recaída del entrenador, trece meses después de haber recibido el alta hospitalaria tras su primera intervención en la parótida.
El verano boreal pasado, a mediados de julio, Carles Rexach y Tito Vilanova con su esposa, Montse, una mujer que ha sido vital para que el entrenador no desfalleciera en ningún momento, se fueron a cenar al restaurante La Galera de Palamós. Fue seguramente la última vez que el entrenador hizo planes sobre los cambios que quería introducir en el juego del Barça. Cuarenta y ocho horas después, en un control rutinario, se le detectó que había recaído en la enfermedad.
Tito Vilanova, sucesor de Pep Guardiola y campeón de la Liga en 2013, falleció este viernes a los 45 años a causa de un cáncer en la glándula parótida, que se agravó desde diciembre de 2012. Había sido operado de urgencia el jueves, tras sufrir complicaciones gástricas, y su estado era de «extrema gravedad». Estaba ingresado en la clínica Quirón de Barcelona.
Fuente: infobae