El gobernador del estado Táchira, José Vielma Mora, aseguró en una entrevista al diario regional La Nación, que no se postulará a ser reelegido en el estado, con el fin de no generar conflictos en el Psuv. Además agregó que debido a la crisis económica, que se aceleró en 2012, fue un desafío gobernar al Táchira, situación que no lo dejó cumplir todas sus metas de gobierno.
La entrevista se llevó a cabo el pasado 30 de diciembre, según publicó La Nación, donde se acotó que la misma se extendió por horas:
¿Qué es lo más positivo de su gestión en estos últimos cuatro años?
— Sin duda alguna la seguridad, acabamos con los secuestros en un estado donde se llegaron a contar 23 en un mes. En mi gestión solo ha habido dos: un muchacho en 2015, en Fernández Feo, a quien rescatamos a los 15 días; y un ciudadano de La Grita, contratista de Pdvsa, a quien liberamos en 28 días en el municipio Libertador. Hemos bajado el sicariato, el accionar de los paramilitares, los homicidios y la violencia doméstica.
Asimismo -continuó- “mejorar las condiciones de los maestros fue lo primero que hicimos, se firmó el contrato colectivo y eliminamos los INS, que era algo terrible, ya que cobraban 50 bolívares por hora de clase, y ahora son contratados y fijos, en esa última categoría hemos ingresado a más de 1.800 educadores.
¿En qué pudiéramos decir hoy que el Táchira es potencia?
— Para nosotros hay un tema de reflexión, ya que no hemos podido alcanzar los objetivos que nos planteamos. El Táchira es el mejor estado del país para producción, tiene la mayor plataforma de productos para terminar; pero, bueno, a nosotros nos agarró una crisis económica muy fuerte. Es muy sabroso ser gobernador con un dólar a 2,15, 4,30 a 7,95 como estuvo hasta 2012. Nos ha correspondido un dólar volátil, eso es muy difícil— explica detalladamente.
Pero -señala- “se ha avanzado en el tema agrícola, los sistemas de riego, casas de invernadero. Pasamos del puesto 14 en cría de ovinos y caprinos al tercero, seguidos de Lara y Zulia”.
En vivienda, según refiere, Táchira ocupa el séptimo lugar en entregas, “aunque en 2016 no nos fue tan bien por problemas económicos, no nos enviaron suficientes insumos. Pero, si hago una reflexión, y debo hacerla, no he podido cumplir mis objetivos en el tema productivo, industrial y empresarial”.
— He planteado en varios esquemas y esperemos que este 2017 lo podamos hacer. Yo soy autoridad única en la Zona Económica Especial San Antonio-Ureña, ya tenemos el equipo de cinco viceministros que trabajarán conmigo. Esperemos que en enero podamos reabrir el puente de Tienditas y abrir la frontera totalmente, pues si no tenemos la frontera abierta no podremos tener ese flujo comercial de intercambio de mercaderías, hay materias primas aquí que necesita Colombia, y viceversa, así como productos acabados que son prioritarios para la producción y el desarrollo fronterizo—subraya el mandatario regional.
¿Un hecho, acción u obra con la que usted se sienta conforme y otra con la que esté inconforme?
— Una obra con la que me siento conforme es el puente de Tienditas, terminado en tiempo récord. Y, por supuesto, estamos trabajando en silencio y hemos avanzado en el tramo San Félix-Lobatera de la autopista San Cristóbal- La Fría, es el más difícil y complicado, porque si utilizamos explosivos en la roca madre haremos movimientos telúricos en la planicie de San Juan de Colón, por lo tanto hay que hacerlo manualmente. Allí tenemos 42 máquinas trabajando y debemos continuar. Creemos que en 2017 habrá autopista desde La Fría hasta Lobatera—detalla.
¿Y qué ha pasado con el distribuidor de la Ula?
— Esa es una obra que tengo entre ceja y ceja. Estamos buscando ejecutarla con los recursos de las Estaciones de Servicio Alternativo (ESA). También buscamos que empresas como Cobiserta puedan dar un aporte económico y el Ministerio de Transporte. Una de las frustraciones mías es no avanzar en la redoma de la Ula, además que no es complicado, podemos lanzar por encima unos puentes, como lo hicimos con la redoma de Puente Real, para desconcentrar el centro que conduce a La Rotaria, Av. Simón Bolívar, Terminal. Eso lo vamos a hacer en 2017— afirma.
“Hemos dejado el tema económico para tarde”
¿Puede enumerar dos aciertos y dos desaciertos del Gobierno nacional en el último año?
— Bueno, el acierto del Gobierno es en el tema social, sin lugar a dudas; el Gobierno debe seguir con las misiones, el fortalecimiento y el empeño en estas y los Clap, que han sido, sin lugar a dudas, la salvación nuestra en este año tan difícil. Y, otro acierto, hay que reconocerlo, es la precisión que ha tenido en el tema educativo y la entrega de viviendas.
Ahora, enfatiza, “en cuanto a desaciertos, hay que evaluarlo en el esquema de tiempo, modo y lugar, pero yo diría que hemos dejado el tema económico para tarde. Si hubiésemos atacado directamente el diferencial cambiario en 2014, cuando vino la debacle, hubiésemos adelantado por lo menos unos seis meses las casas de cambio en frontera”.
— Es inaudito que un país no pueda manejar otro signo monetario que no sean bolívar-dólar. Colombia maneja bolívar, dólar, euro, libra esterlina, peso colombiano, balboa panameño. Por tanto, es una responsabilidad decir que hemos dejado para tarde resolver el tema del diferencial cambiario y no haber colocado las casas de cambio, que no son para el Táchira sino para el país, porque en la frontera nos encontramos comprando a gente de todas las regiones– bosqueja.
¿Qué hace falta para la reapertura definitiva de la frontera?
— Reuniones entre los presidentes Santos y Maduro. Avanzar en las mesas de negociaciones y que el diálogo sea equilibrado. Yo, que he estado en casi todas las reuniones, considero que tenemos que quitar de ambos lados las posturas rígidas. Tenemos que comprender el tema frontera. Ser flexible no implica ser débil ni intransigente, sino conocer la realidad de la frontera, y ser flexible muchas veces significa hacer justicia y ser inflexible es aplicar la injusticia—manifiesta el gobernante.
“Es necesario crear leyes que nos favorezcan a ambos países y no solamente a la parte aduanera o tributaria o que beneficie de forma intransigente el tema de salud animal y fitosanitario de un país, el tema de migración o identificación de personas”, recalca. Pero, advierte que eso incluye “aplicar mano férrea a los paramilitares, a las bandas criminales, a los que intentan pasar narcotráfico, contrabando e infringir normas con la trata de blanca”.
Luego de un año del cierre de los pasos ¿se cumplieron los objetivos, entre estos erradicar el contrabando, disminuir los índices delictivos?
— Los objetivos en seguridad fueron sorprendentes. En frontera los márgenes de homicidios y sicariatos bajaron a su mínima expresión, tanto así que el Táchira en los meses de agosto, septiembre y octubre de 2015 y marzo, abril y mayo de 2016, fue el estado más seguro de toda América Latina—asegura.
Continúa y enfatiza que, “claro, eso nos ha frustrado también porque estamos luchando contra mafias orquestadas, de mucho dinero, que de alguna manera interrumpen el comercio del Táchira, porque los tachirenses son comerciales y hay productos que vienen de Colombia a Venezuela, y viceversa, y ese tránsito no le hace daño a nadie, el daño ocurre cuando mafias se empoderan de sectores; y el peor es el que negocia con combustible”.
Fuente: 2001