El Borussia Dortmund dio hoy un repaso al Zenit San Petersburgo (2-4) en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, partido que los alemanes tuvieron de cara desde el principio, al marcar dos goles en los primeros cinco minutos.
El finalista de la pasada edición de la máxima competición continental dominó con insultante superioridad durante la primera parte y sólo se vio inquietado en el segundo tiempo por un equipo ruso que recurrió a la raza para salvar su orgullo.
Los rusos, que afrontaban el encuentro tras tres meses de receso invernal, echaron de menos a sus mejores jugadores, el portugués Danny y el ruso Shirókov, ambos lesionados.
En el Borussia regresaron el alemán Reus y el polaco Lewandowski, mientras siguieron de baja los defensas Hummels y Subotic, y el mediocentro Gündogan, futbolistas imprescindibles para el equipo alemán, que flojeó en defensa.
Los antecedentes decían que el Borussia ya no es el equipo que eliminó al Real Madrid en las semifinales de la pasada Liga de Campeones, pero en honor a la verdad los alemanes parecieron ser capaces de apretar el acelerador a su antojo.
Sin apenas tiempo para decir adiós al receso invernal, el Zenit se encontró a los 5 minutos con dos goles en contra, ambos fabricados por un genial Reus.
Primero, aprovechó un pase entre líneas para plantarse entre trompicones en el área rusa y recortar a su marcador, pero no pudo controlar el balón, que le llegó franco al armenio Mkhitaryan, que batió al portero local con un disparo cruzado.
Un minuto después, un centro desde la derecha fue aprovechado por Reus en el área grande para marcar el segundo gol con un disparo pegado al palo izquierdo defendido por Lodiguin.
Ni en sus mejores sueños el técnico alemán, Jürgen Klopp, se imaginó que su equipo marcaría dos goles sin apenas echar a sudar, mientras el italiano Luciano Spalletti vivía una auténtica pesadilla ante su público.
Durante toda la primera parte no hubo noticias del brasileño Hulk, mientras que el exjugador del Málaga, el venezolano Salomón Rondón, que sustituyó al veterano Kerzhakov, lo intentó, pero sin acierto.
En la segunda parte, el panorama viró ligeramente, ya que Spalletti logró cambiar la dinámica del partido, que se convirtió en un correcalles.
Los rusos, que perdieron a Arshavin por lesión muscular, comenzaron a presionar por todo el campo, pero les faltó frescura, tanto física como mental, para superar con claridad a la defensa teutona.
Lo lograron una vez, cuando en una jugada colectiva, en la que los delanteros rusos estaban en fuera de juego, Rondón remató al poste y el rechace fue aprovechado por el joven Shátov para recortar distancias (m.58).
Los rusos se las arreglaron para poner nerviosos durante unos minutos a los defensas alemanes, la línea más débil de Borussia, pero Lewandowski apagó el incendio con un gol en un contraataque tras pase de la muerte de Piszcek (m.61).
Entonces, el árbitro decidió hacer un regalo a los locales y señaló un penalti inexistente en un choque dentro del área entre Fayzulin y un defensa alemán, pena máxima transformada de un duro disparo por Hulk (m.69).
De nuevo, poco les duró la alegría a los rusos, ya que tras un robo en el centro del campo, Reus amagó y dio un pase a Lewandowski, quien no perdonó y anotó se segundo gol de un disparo cruzado (m.72).
Los alemanes, que demostraron tener dinamita para regalar, tienen el camino expedito para los cuartos de final, pero deberán mejorar en defensa, sino quieren llevarse una sorpresa ante rivales más potentes que el Zenit, que está a punto de fichar al central argentino del Benfica, el exmadridista Ezequiel Garay.
Fuente:ultimasnoticias