Las personas que a diario toman las unidades colectivas desde el Terminal de Pasajeros Juan José Flores para dirigirse a la ciudad de Valencia, deben encomendarse a Dios y una cantidad de santos para no ser víctimas de atracos en la autopista Valencia – Puerto Cabello.
Usuarios que tienen su lugar de trabajo y residencia en la capital de la entidad carabobeña, manifestaron que temen a perder la vida en el trayecto, pues con el reciente crimen que ha conmocionado el país, en el que perdieron la vida Mónica Spear y su esposo, temen tomar la ruta.
En el lugar se evidencia una gran cantidad de huecos, baches además de desniveles así como la ausencia de alumbrado público. La situación ha sido expuesta ante las autoridades locales además de la Gobernación de Carabobo, quienes desde el pasado mes de marzo, se comprometieron a mejorar las condiciones de la vialidad, señaló Francisco Robles, transportista.
El declarante manifestó que ni siquiera se puede confiar en las mujeres embarazadas, porque en su mayoría son pareja de los delincuentes de la zona y aprovechan su estado de gestación para subirse anunciar la parada y en ese preciso instante ser asaltados.
Un caso particular en la citada arteria es la colocación de obstáculos para que los carros se detengan y soliciten ayuda. “Si se me llega a espichar un caucho sigo hasta llegar a algún peaje, sino llamo para buscar ayuda o en el peor de los casos dejo el autobús solo, porque antes que me maten, prefiero huir”.
Juan Perozo, conductor de un autobús de la ruta Valencia – Puerto Cabello que labora en la línea Independencia, manifestó que las personas de avanzada edad así como los conocidos “charleros” son potenciales sospechosos de cualquier acto delictivo.
En una ocasión fue asaltado por un vendedor de chocolates, quien manifestó que como nadie compró parte de su mercancía, desenfundó un arma de fuego que tenía en el interior de su vestimenta y robó a todos sus pasajeros así también le arrebató la ganancia del día. Perozo manifestó que el hecho delictivo ocurrió en horas de la noche, momento en el que la vía permanece en total oscuridad y carece de ojos de gatos además de señalizaciones.
El transportista extendió un llamado a las autoridades locales para que se aboquen a mejorar no solo las condiciones de la vía, sino a reforzar la seguridad así como el patrullaje policial.
Fue un 7 de diciembre de 2012 cuando el ahora ex ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, anunció al frente de una gran tropa de la Policía Nacional Bolivariana, el Operativo de Seguridad para las autopistas del país, entre ellas, la Regional del Centro y la Naguanagua-Puerto Cabello.
Este plan supuso el despliegue de 368 funcionarios del Cuerpo de Vigilancia de Tránsito Terrestre por ambas autopistas, cuya misión era recorrer las carreteras para brindar seguridad a los conductores. Pese a toda la atención mediática que obtuvo el inicio del plan, éste duró pocos días.
En la actualidad, las instituciones del estado no dan garantías de seguridad en al menos los tramos del eje oriental de la ARC ni en la autopista Naguanagua-Puerto Cabello. Ambas con huecos y carentes de alumbrado público.
Después del plan de asfaltado que ejecutó el Ministerio de Tránsito Terrestre (MTT) en los 22 kilómetros entre el distribuidor Guacara y el viaducto La Cabrera, son pocos los huecos que quedan en comparación con otros daños. Lo que sí preocupa a los conductores es la oscuridad que tienen varios tramos de la ARC y la Variante en las noches.
El tramo más peligroso de la Variante es el de Yagua en donde no hay siquiera postes de alumbrado. Similar escenario exhibe desde hace muchos años el tramo distribuidor Santa Clara-Peaje Guacara de la ARC, que tampoco tiene postes que alumbren estos 15 o 16 peligrosos kilómetros de distancia.
Desde Guacara a pocos metros del distribuidor La Pradera la autopista también está a oscura y peligrosa. La maleza en los costados de la ARC y la carencia de defensas viales contribuyen al cuestionado estado de esta autopista que además cuenta desde hace años con varios puestos de seguridad que ni siquiera por lo ocurrido este martes con la actriz Mónica Spear y su pareja, fueron ocupados.
Pese a que la mayoría de los carabobeños saben que es mejor no transitar por la Variante en horas de la noche, prevención que se ha hecho pública por muchos años en numerosas denuncias a través de los medios de comunicación, no hay un mecanismo fijo de seguridad en esta autopista.
En el olvido Autopista Sur
En un dolor de cabeza se ha convertido para los conductores el paso por la Autopista Sur. Vallas caídas, huecos, defensas rotas y postes sin lámparas adornan el recorrido, que a medida que avanza la noche se convierte en peligroso y genera accidentes, muchos de ellos lamentables.
Cada semana se registran choques, arrollados o percances simples, pero son pocos los esfuerzos que han hecho las autoridades para remediar las deficiencias. Desde Valencia hasta el Mercado Mayorista ni siquiera hay policías, solo a unos metros de la empresa Cabel hay un módulo de auxilio vial.
Un hueco puede durar días, meses o años. En sentido Tocuyito-Valencia un hueco al borde de la defensa lleva mucho tiempo arriesgando la vida de los conductores, ha pasado tanto tiempo que, no se sabe quién, marcó el obstáculo con pintura blanca para evitar accidentes.
fuente: EDC