La troncal 10, vía que conecta a Venezuela con Brasil por el estado Bolívar, permanece cerrada debido a una protesta que encabezan representantes de cinco comunidades indígenas del municipio Sifontes, para denunciar que presuntos grupos armados del lugar se apoderaron de un espacio destinado a labores sociales.
A través de un comunicado, los voceros de las poblaciones Sororopan, Inaway, San Miguel, Araima Tepuy y Hoboshirima, explican que se trata de un inmueble que tiene más de 30 años abandonado ubicado en los linderos de dichas comunidades y que se ha utilizado todo este tiempo para actividades comunitarias.
“Sin embargo esta decisión está siendo perturbada por grupos armados que controlan ilegalmente las minas en nuestro territorio, provocando una situación tensa y violenta contra los miembros de la comunidad y las autoridades”, dice parte del texto.
Fuentes consultadas afirman que el inmueble en disputa es una especie de galpón y que lo ha tomado un grupo delictivo conocido como “el sindicato” que, según testimonio de los entrevistados, son los que controlan la zona minera, de Las Claritas, El Dorado, San Luis de Morichal, entre otros.
Indican que se trata de una megabanda fuertemente armada, “pero ahí hay de todo”, dice una de las fuentes consultada. “Esos son desde pranes, paramilitares, guerrilleros, Farc, eso es un gentío”, agrega.
La disputa en la zona y los enfrentamientos registrados fueron confirmados por el Comando de Zona 62 Bolívar, organismo que desde el pasado jueves 13 de enero ordenó una comisión de unos 200 efectivos para atender la situación.
Razón por la que se mantiene también el paso cerrado por esta importante arteria vial, lo que ha generado que turistas y conductores provenientes de zonas como La Gran Sabana, tengan que mantenerse en la propia selva o en poblaciones cercanas, hasta que se consiga una pronta solución, pues corren el riesgo de perder la vida en medio de la balacera.
Notiespartano
