El grupo Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) pidió hoy a la Asamblea Nacional su claro «respaldo» a la aplicación de la Carta Democrática de la OEA al país suramericano y «criticó» su actual silencio.
«La falta de interés de la Asamblea Nacional por solicitar formalmente a la Organización de Estados Americanos (OEA) la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela causa desconcierto y asombro», señaló Veppex, con sede en Miami, en un comunicado.
Por ello, la organización de exiliados venezolanos instó al Parlamento a que exprese con urgencia a la OEA su «respaldo a la aplicación» este mecanismo sancionador «al régimen de (presidente) Nicolás Maduro» y los «diputados opositores» dejen a un lado «declaraciones unipersonales» y posturas «tímidas y confusas».
«Exhortamos a los diputados de la Asamblea Nacional a que respondan a la voluntad de los venezolanos que quieren un cambio y soliciten» la aplicación de la Carta Interamericana para que se suspenda a Venezuela de la OEA, apuntó Veppex.
No hacerlo así, añadió, pondría en evidencia los «rumores que existen sobre actores políticos de la oposición que no quieren que se aplique» esta medida.
La semana pasada, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió a Venezuela que convoque elecciones generales en 30 días para evitar una posible suspensión de este organismo regional, un proceso diplomático complejo que requiere el apoyo de dos tercios (24) de los 34 países miembros del organismo continental.
Almagro ofrecerá hoy una conferencia de prensa sobre la situación en ese país junto a las esposas de dos opositores venezolanos presos, Lilian Tintori y Patricia de Ceballos.
Será la primera aparición pública de Almagro tras haber pedido la semana pasada suspender a Venezuela de la OEA.
Para suspender a un país de la OEA hay que aplicar la Carta Democrática Interamericana, un instrumento jurídico aprobado en 2001 por todos los Estados miembros con el fin de proteger la democracia en la región.
La suspensión es la sanción más alta que la OEA puede imponer a un Gobierno y solo se ha efectuado una vez desde la creación de la Carta: tras el golpe de Estado en Honduras de 2009.
Almagro defiende que, en este caso, la suspensión es «el más claro esfuerzo y gesto» que los países americanos pueden hacer por el pueblo venezolano y por la democracia en la región.
Según Almagro, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha llevado a Venezuela a un «extremo nunca visto» en la historia reciente del continente: «rompe el orden democrático, viola con impunidad los derechos de sus nacionales, mantiene presos políticos, tortura, roba, trafica drogas y somete al pueblo a falta de alimentos, medicinas y dinero».
EFE