El mercado automotor se derrumba. Tras vivir su mejor momento en 2007, ha retrocedido sin cesar y muestra su peor cara en décadas.
En 2013 apenas se vendieron 98.878 carros nuevos, cifra que representa una caída de 24,3% con respecto a 2012, de acuerdo a los datos de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez).
Una contracción de esa magnitud significa que en sólo un año la venta de las ensambladoras e importadoras disminuyó en 31.675 unidades, agravando la brecha existente entre oferta y demanda, y distorsionando aún más el comportamiento de los precios.
El declive del año pasado no es aislado. En 2007 la comercialización de carros nuevos llegó a la cifra récord de 491.899, entre los ensamblados en el país y los importados. Pero la historia cambió y entre ese año y 2013 se aprecia una contracción de 79,89%.
El desplome es tal que la venta del año pasado es la peor desde 1996, cuando sólo se colocaron 67.855 vehículos, sin incluir lo ocurrido en 2003, año en que la economía nacional aún resentía los efectos del denominado paro petrolero.
Este desplome del mercado automotor está asociado a la dramática caída del rendimiento de las ensambladoras y a la restricción de las importaciones aplicada por el Ejecutivo nacional desde 2009.
Los datos de Cavenez indican que la producción de las siete ensambladoras privadas retrocedió en 2013 al nivel que tenía la industria en la década del 90. El año pasado apenas se armaron 71.753 automóviles, un 31,06% menos que en 2012. El ensamblaje de 2013 representa, además, un caída de 58,38% con respecto a las 172.218 unidades armadas en 2007.
Adicionalmente, el Gobierno nacional limitó al mínimo la importación de autos. En 2009 el entonces ministro de Comercio, Eduardo Samán, dijo que las divisas obtenidas por la renta petrolera «no las podemos quemar comprando carros». Lo que lucía como una medida coyuntural ante el bajón de los ingresos petroleros, se convirtió en una sentencia para las importadoras.
En algunos casos, algunas marcas no han podido traer desde hace cuatro años carros nuevos, ya que el ministerio de comercio les ha negado las licencias de importación.
Las cifras de Cavenez también reflejan la consecuencia de esa política. Del total de carros vendidos en 2007, hasta 336.365 provenían del exterior. El año pasado apenas se comercializaron 26.189 carros importados, lo que se traduce en un bajón de 92,21% en ese período.
Sin divisas
La posibilidad de que el desplome del sector automotor se recupere este año luce limitada. Fuentes ligadas a las ensambladoras han señalado que no reciben liquidaciones de divisas desde octubre del año pasado, situación que ha limitado los pedidos de material de ensamblaje a las casas matrices.
«El primer semestre de este año está condenado, el mal está hecho porque no pudimos colocar pedidos en octubre, noviembre y diciembre», aseguró recientemente el directivo de una ensambladora. Desde al año pasado las automotrices advirtieron a las autoridades las dificultades existentes por los retrasos en las liquidaciones de los dólares.
Fuente: El Universal









