El Gobierno de Venezuela y la empresa estadounidense Chevron suscribieron este viernes contratos en Caracas para la continuación de la producción conjunta de petróleo en el país.
El ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, celebró la firma de los «importantes contratos», de los que no ofreció mayores detalles; los cuales fueron suscritos por varios funcionarios; entre ellos el presidente de la estatal venezolana Pdvsa, Asdrúbal Chávez, y el presidente de Chevron en el país, Javier La Rosa.
El pasado sábado, el Gobierno de Estados Unidos anunció la autorización a Chevron a retomar operaciones limitadas de extracción de recursos naturales en Venezuela; como resultado de la reanudación del diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición en México, luego de un año suspendido.
El Aissami explicó que estos contratos tienen el objetivo de «continuar con las actividades productivas y de desarrollo en este sector energético»; y «están enmarcados» dentro de la Constitución y las leyes venezolanas que rigen la actividad petrolera.
Sigue siendo «insuficiente»
Sin embargo, el ministro aseguró que, pese a ser «un paso importante en la dirección correcta», sigue siendo «insuficiente»; debido a que siguen vigentes sanciones económicas que han afectado a la «poderosa industria» petrolera venezolana y han «cercenado su derecho legítimo a la exploración; explotación, refinación y comercialización de crudo y sus derivados».
«Como lo declaró el presidente Nicolás Maduro, desde Venezuela exigimos el cese y el levantamiento inmediato de todas las medidas coercitivas unilaterales que han atentado contra nuestra poderosa industria Pdvsa, que han causado graves daños tanto para la economía nacional» como a los «socios estratégicos», sostuvo el funcionario.
Chevron forma parte de una «sociedad estratégica» en Venezuela compuesta por cuatro empresas mixtas: Petroboscán y Petroindependiente, en el estado Zulia; y Petropiar y Petroindependencia, en la Faja Petrolífera del Orinoco, que cuenta con las mayores reservas probadas de petróleo.
EFE