Se escribe un nuevo capítulo en la historia petrolera de Venezuela: El crudo ruso de los Urales llega al país tras cinco años de ausencia.
Todo parece indicar que el endurecimiento de las sanciones estadounidenses a las exportaciones de petróleo de Moscú y las perturbaciones en el Mar Rojo han llevado a Rusia a buscar compradores para su crudo en lugares más lejanos de su territorio.
Petróleo ruso en Venezuela
De acuerdo con los datos de seguimiento de petroleros recopilados por Bloomberg citado por Oilprice, el superpetrolero Ligera ya ha llegado a las proximidades de la bahía de Amuay, frente a las costas de Venezuela.
El buque llega tras cargar al menos 1,7 millones de barriles de crudo de los Urales en transferencias de barco a barco frente a las costas meridionales de Grecia, en el Mediterráneo, en enero.
Según los datos obtenidos por Bloomberg, se trata del primer envío observado de crudo de los Urales a Venezuela, país al que Rusia considera «amigo» junto a Irán y China, en al menos cinco años.
Movimiento inusual
No está claro por qué Rusia envió a Venezuela el cargamento de los Urales, aunque el país sudamericano ha importado en el pasado este tipo de crudo, que es utilizado para diluir su petróleo pesado a modo de hacerlo más comercial para la exportación, explica Bloomberg.
El inusual envío de crudo de los Urales a Venezuela se produce cuando Estados Unidos está intensificando el cumplimiento de las sanciones contra Rusia y ha amenazado con imponer sanciones a las instituciones financieras que se descubra que han facilitado las exportaciones rusas.
Esta amenaza ha hecho que los bancos se muestren más cautelosos y, al parecer, ha creado problemas de pago a algunos clientes indios del crudo ruso de grado Sokol.
Venezuela es uno de los pocos mercados nuevos que Rusia puede explotar, ya que los embargos de la UE y Estados Unidos y el tope de precios al petróleo ruso han hecho que los compradores con negocios en Estados Unidos se muestren muy cautelosos en sus tratos con el crudo y los combustibles de Moscú.
Cuando la UE —el antiguo mayor comprador de petróleo de Rusia— prohibió las importaciones de crudo y combustibles rusos, Moscú recurrió a Asia, especialmente a China e India, para colocar su crudo.
China absorbió la mitad de todo el crudo que Rusia exportó en 2023, e India le siguió de cerca, según declaró el Viceprimer Ministro ruso Alexander Novak, a finales del año pasado.
China representa ahora entre el 45% y el 50% de las exportaciones rusas de petróleo y combustible, mientras que India absorbe en torno al 40%, dijo Novak.
El aumento es especialmente notable en el caso de la India, donde Rusia casi no exportaba petróleo hasta 2022. Ahora, es el principal proveedor del subcontinente.
2001