Nicolás Maduro, ha informado este domingo que Venezuela participará en la fase 3 para el desarrollo de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19, desarrollada en Rusia.
«Venezuela se incorpora a la vacuna rusa, en los próximos días pediremos los voluntarios que hacen falta para ponerse la vacuna y participar por Venezuela en la fase 3 del Sputnik V», ha señalado Maduro en una conexión telefónica con la comisión presidencial para el COVID-19.
La decisión, según ha detallado, ha sido tomada tras una «reunión importante» entre el ministro de Salud venezolano, Carlos Alvarado, y «la comisión de científicos rusos que está llevando adelante la vacuna Sputnik V».
Maduro ha subrayado que también están «articulados» con las vacunas que están siendo desarrolladas en China y la Soberana 01, de Cuba.
Rusia anuncia la producción de la primera partida de su vacuna contra el COVID Spútnik V
La vacuna rusa, cuestionada
El pasado 15 de agosto, Rusia comenzó a producir su primera vacuna contra el COVID-19, bautizada como Spútnik V y que ha sido recibida con recelo por la comunidad científica internacional debido la velocidad de los ensayos y la poca información sobre el fármaco.
A principios de septiembre, el país prevé iniciar la vacunación de los sanitarios y otros grupos de riesgo ante los temores sobre nuevos rebrotes de la enfermedad durante la temporada otoñal.
La vacunación en masa de la población tardará aún «meses y meses», según informó el alcalde de Moscú.
Las autoridades rusas prevén registrar en los próximos dos meses una segunda vacuna contra la COVID-19, que actualmente está desarrollando el centro de investigaciones Véktor, situado en Novosibirsk (Siberia).
El embajador de Rusia en Nicaragua, Andrei Budaev, ha confirmado el pasado viernes los planes de producir la Sputnik V en un laboratorio en Managua.
El diplomático recordó que en la capital nicaragüense existe la planta de producción de vacunas Rusia-Nicaragua, bautizada con el nombre de Elie Méchnikov en honor al microbiólogo ruso reconocido como uno de los propulsores de la inmunología, que es con el que coordinarían el papel de Nicaragua en las vacunas rusas.
EFE