La mañana de este miércoles, 27 de octubre, Patricia Valenzuela, médico infectólogo e internista, alertó sobre la gravedad del brote de fiebre amarilla que hay en el país.
En entrevista para el Circuitos Éxitos, Valenzuela afirmó que la reaparición de esta enfermedad refleja la baja cobertura de vacunación que existe en Venezuela para esta y otras enfermedades. «En la cadena de ambulatorios del sector público de la salud no hay vacunas contra la fiebre amarilla», agregó.
La galeno indicó que, en el caso del sector privado, las vacunas tienen un costo elevado que no todos pueden pagar.
Valenzuela indicó que desde hace más de 15 años no se habían presentado casos de fiebre amarilla ni en primates ni humanos en el país, por lo que el saneamiento ambiental es de vital importancia para evitar que prolifere la enfermedad.
La infectóloga recalcó que la fiebre amarilla es una enfermedad infectocontagiosa que puede generar en fase inicial: fiebre, vómitos, náuseas, dolores musculares, por lo menos durante seis días y el diagnóstico definitivo puede confundirse con dengue.
«De esta fase inicial, se puede salir de manera espontánea, pero se corre el riesgo de pasar a una segunda etapa llamada ‘tóxica’ y es ahí cuando vienen las otras afectaciones como: falla renal, piel amarilla (ictericia) falla hepática y luego la muerte», dijo.
La vacunación como medida de prevención
Patricia Valenzuela insistió en que haya una vacunación contra la enfermedad de al menos un 85% de la población hacia arriba, porque «es una enfermedad tórpida».
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