Tres episodios marcan el ciclo de Néstor «Che» García al mando de la selección nacional de baloncesto. Él mismo los identifica con facilidad. Primero recuerda el partido contra Puerto Rico que perdió en el Premundial de 2013 y costó la clasificación a la Copa del Mundo. Luego se traslada a la final del Suramericano de 2014 ante su natal Argentina, a la que superó. Por último, está esa jornada que vivió ayer entre sus usuales silbidos, zapatazos y gritos; esa que significó la reinserción de Venezuela entre los cuatro mejores de América.
Diez años después, el conjunto vinotinto volvió a clasificar a unas semifinales de un torneo FIBA Américas. Lo hizo al aprovechar una situación ideal en la que tenía el destino en sus manos. Solo debía superar a Panamá ayer en México y eso hizo (75-62), contexto que construyó gracias a victorias previas contra sus rivales inmediatos en la tabla: Puerto Rico y Dominicana. Todo esto permitió que, en caso de igualdad, estuviese un paso adelante para desempatar.
Se cumplió el objetivo mínimo que tenían el grupo de jugadores y el cuerpo técnico, sumergidos hace más de dos meses en una larga etapa de preparación. Venezuela aseguró su presencia en uno de los tres repechajes olímpicos del año que viene, que otorgan un cupo cada uno para Río 2016.
Tendrá mañana la oportunidad ante Canadá de saltarse la repesca si avanza a la final y, así, se adjudica uno de los dos boletos directos para los Juegos Olímpicos que se entregan.
«En 2013 quedamos fuera del Mundial y eso nos hizo trabajar más. El año pasado este grupo salió campeón de Suramérica. Ahora estar entre los cuatro primeros es porque hubo una concientización increíble de los jugadores para desarrollarnos a este nivel», declaró el «Che» García, luego de una victoria ante Panamá en la que John Cox anotó 21 puntos.
García, quien trabajó por primera vez en la liga profesional venezolana en 2002, aprovechó el momento para agradecer de nuevo al país que considera su segunda casa: «Esto es devolverle a Venezuela un poquito de todo lo que me ha dado y de lo que yo he aprendido allí».
Pero, por encima de personalismos, recordó que «los ejecutores son estos jugadores que compraron la idea».
Y en nombre de esos protagonistas, el capitán José «Grillo» Vargas pidió reconocimiento, tras lo mucho que se habló de las bajas: «Los que están ausentes por distintas razones, no están… pero estamos nosotros».
El Unviersal.
