Argentina asomó una canasta en 2001 y Chile ha acordado “swaps” cambiarios con China. “El Gobierno se está anticipando a sanciones de EE UU”, opinó Luis Vicente León.
La adopción de una canasta de monedas como sistema de pago por Venezuela resulta un anuncio único en Latinoamérica, cuyas transacciones se mueven en dólares. Esta estrategia constituye la apuesta del Gobierno para sortear el “yugo” de la divisa estadounidense y futuras dificultades para operar en el extranjero.
En la región todavía no se había desarrollado un sistema similar, por lo que el país sería la primera experiencia, la cual marca el fin de una era basada en dólares, y de ser exitosa, podría ser replicada por otras naciones del bloque las cuales han tenido acercamientos con el continente asiático y Rusia.
La cesta monetaria aplicada estará integrada por el yuan, la rupia, el rublo, euro y el yen; unidades que ponderadas servirán para fijar el valor de la moneda. Por los momentos, el Ejecutivo ha buscado convenios petroleros con países como Rusia y China para atraer sus divisas y saltar la dependencia del dólar. Incluso, a partir de esta semana, el crudo venezolano se cotizó en yuanes y cerró en ¥ 306,26 ($ 46,75).
En América Latina, solo Argentina, en 2001, asomó la posibilidad de aplicar una cesta de monedas conformada por el euro y el dólar a través de la reforma de la Ley de Convertibilidad; pero esta propuesta no se materializó.
Chile en varias oportunidades ha concretado con el gigante asiático, China, “swaps” cambiarios de hasta 22.000 millones de yuanes (3.600 millones de dólares), como fue en el 2015, en el marco de un convenio para alentar el comercio entre ambos países y brindar liquidez en esa moneda, a través del Banco Central chileno.
Para el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de LUZ, Iván Cañizales, establecer este sistema en el país será una equivocación. “Normalmente las transacciones, incluso en China, se hacen en dólares, por dos razones: la confianza que genera la moneda y la facilidad de su convertibilidad, es aceptada en cualquier parte del planeta. Además, en el aparato productivo y de servicios de Venezuela, el 99% de los productos o insumos son americanos (de Estados Unidos)”, explicó.
Opinión contraria a la que señaló Luis Vicente León, director de la firma Datanálisis, quien sostuvo que era una medida para eludir limitaciones para operar en el mercado exterior.
“Cuando te adaptas a una canasta distinta es porque tienes una restricción para el uso de dólar. Venezuela se está anticipando a posibles sanciones unilaterales de Estados Unidos que afectarían el desenvolvimiento económico aún más”, apuntó a PANORAMA.
“El Gobierno (…) está haciendo lo correcto —agregó—, porque si estás aislado es normal que el país intente protegerse usando las monedas que pueden asegurar su patrimonio y operar sin restricciones. Lo que pasa es que son monedas más débiles, inestables y menos utilizadas en el resto del mundo, a excepción del euro”.
Una dificultad adicional, apuntada por el diputado a la Asamblea Nacional, José Guerra, es tasar el bolívar con respecto a estas monedas. “Es altamente complicado fijar la cotización del bolívar respecto al yuan o la rupia, porque no hay suficientes transacciones con esos países y además porque esas monedas no son aceptadas en la mayoría de los países”, escribió en el artículo La cesta de monedas.
Respaldo de las monedas
Economistas que apoyan la medida, subrayan que el yuan integra desde el 2016 los Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional, lo cual demuestra su fortaleza al formar parte del grupo con el dólar, la libra esterlina, el yen y euro. Este mecanismo de financiamiento reconoce las unidades como reservas de valor.
“El yuan es una moneda de reserva que más de 70 bancos mundiales, entre ellos el de Alemania y Chile. Además, China pasó a ser desde el 2015 la primera economía del planeta, reconocido por la Organización Mundial de Comercio”, expuso el analista económico Tony Boza.
Sostuvo que el mercado externo cada vez se mueve más hacia el uso de la divisa asiática y en Estados Unidos ya se transan el 36% de los negocios con ella.
En cuanto al rublo, argumentó que Rusia es un país sólido, principal proveedor de energía de Europa y con un sistema de pago basado en su moneda, llamado SPFs (Servicio de Transmisión de Información Financiera).
Reconoció que la transición entre el dólar y la canasta de monedas puede ser dura. “El dólar sigue siendo la primera moneda para transacciones. Es una desventaja pasajera, que en 5 a 10 años será un problema superado pues los inversores y empresarios tienen tendencia a emigrar a una divisa que se le pueda transformar en bienes reales, tangibles y que puedan transar”, dijo.
Dificultad para importadores
Este escenario colocaría en aprietos a los importadores, pues el Dicom dejará de liquidar divisas norteamericanas. “Le está cargando al importador la tarea de recibir una moneda, que tal vez se está despreciando en el mercado, para cambiarla y pagar sus importaciones”, criticó el profesor de la UCV, Andrés Santeliz.
Desde Datanálisis, Luis Vicente León recalcó que este sistema conlleva a que los empresarios busquen corresponsalías extranjeras y tengan que pagar comisiones para transar el dinero.
Convenios: Crudo venezolano en yuanes y rublos
El vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, anunció que China estaba interesada en la compra de petróleo en yuanes, como parte de una nueva política de comercio exterior. Además, directivos de la petrolera rusa Rosneft, arribaron al país para concretar alianzas para la compra de crudo en rublos.
Ventajas y desventajas de la canasta
Ventajas para el país:
- Permite diversificar las divisas para el comercio externo.
- Respaldadas por mercados emergentes.
- El yuan y yen son monedas de reserva.
- Abren la posibilidad para intercambios comerciales con otras economías, particularmente asiáticas.
Desventajas para el país:
- Solo el 4,74% de las transacciones internacionales se mueven en yuanes y yenes, según SWITF Payments.
- El 90% de los ingresos del Estado son en dólares.
- Implica buscar corresponsalías extranjeras para transar monedas a dólares.
- Su adopción amerita tiempo y genera incertidumbre cambiaría.
Panorama