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Venezuela contra Colombia: la necesidad de un diez

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Venezuela contra Colombia: la necesidad de un diez

Que en las Eliminatorias de CONMEBOL solo haya cinco días de separación entre un partido y otro provoca que la conexión entre ambos partidos sea estrecha. Hay poco tiempo para que el equipo mute, poco margen para probar cosas nuevas y un recuerdo vivo del partido pasado.

 

Por eso a Venezuela le conviene cerrar la Eliminatoria con lo conocido un 4-2-3-1 con un diez, un enlace que ordene el ataque. 

El duelo contra Argentina fue una buena prueba de ellos, pues se desarrolló como la práctica de un sistema que ya no se había aplicado y con jugadores distintos. Pékerman seguro toma la enseñanza de aquel choque. Sí, contra Uruguay aquel sistema con Otero de enlace tampoco dio buen resultado, pero eso es solo si se mira el resultado.

 


En la cancha, Venezuela se sintió más cómodo con un jugador metido entre los cuadros de las dos líneas del rival. Un jugador que se ofrece como descarga al ahogo que sufre el equipo y que luego puede distribuir a las bandas. A grandes rasgos desde Ricardo David Paéz, nunca es mala idea para Venezuela contar con un diez. 

 


Su presencia corona al equipo, pues viendo los problemas que se tiene al generar fútbol desde atrás sin alguno de ellos como opción de descarga y oxígeno, lo que ocurre sin ellos es más dañino: no le llega ni un resfriado a los delanteros.

Porque la conexión entre el medio -que es una autopista- y los delanteros necesitan de forma directa o indirecta la posición que puede ocupar Rómulo Otero o Luis ‘Cariaco’ González. 

Ellos permiten dar un juego a mayor altura y fijar a la espalda del mediocampo rival. Es decir, no solo abren líneas de pase entre líneas, sino que cerca del borde del área muchas veces permite una pausa increíblemente necesaria o incluso en la propia área pueden bajar y sacar el balón con una conducción -como ante Uruguay-.

Eso sí, la presencia de ellos en campo requiere de una enorme concentración por parte del mediocampo y de hacer las vigilancias correctas. Al mismo tiempo, los laterales si toman altura deben cuidar que en la pérdida ayudar inmediatamente en la recuperación del cuero o asegurar tener a su marca bien contenida.

Pero, ya en este último partido, dónde ya no se juega nada más que el honor cuesta pensar que José Pékerman no coloque un diez, un enlace o un enganche que le ordene el ataque.

 

 

Fuente: Meridiano

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