Niurka Camacho de 15 años partió esta semana a la espera de un trasplante de riñón. Recientemente había expuesto su caso ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) a la que había manifestado su clamor por la vida, por la urgencia de reestablecer el sistema de trasplantes en Venezuela.
Niurka entró en las lamentables estadísticas. Su clamor cobra ahora más sentido. ¿Habrá respuesta oficial esta vez? ¿Se reactivará finalmente el sistema de procura de órganos y trasplantes?
De acuerdo a Lucila Velutini, encargada de Relaciones Institucionales de la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (Ontv), al menos diez niños han fallecido en el hospital JM de los Ríos de Caracas a la espera de un trasplante de riñón, sin contabilizar las regiones ni los otros tipos de trasplantes.
En declaraciones a la periodista Shirley Varnagy, la vocera de la Ontv aseguró que la muerte de Niurka y de otros tantos venezolanos, “se hubiera podido evitar si el sistema de procura de órganos y trasplantes en nuestro país estuviera funcionando… Yo diría que por lo menos el 60% de los niños que esperan por un trasplante en Venezuela no tendrían que pasar por estos momentos”.
Velutini reiteró en el programa matutino la propuesta de la Ontv: habilitar un centro piloto de trasplantes. “Que se habilite un centro piloto, con laboratorio clínico, rayos X y banco de sangre dentro del hospital, dos quirófanos, incluyendo la dotación de medicamentos inductores e inmunosupresores, para que una vez que se logre el milagro de la vida no se pierda por la falta de los inmunosupresores”.
El sistema de procura de órganos y tejidos fue suspendido responsablemente en 2017 por parte de Fundavene, el ente asignado por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) para gestionar este tema. ¿La razón? Falta de condiciones técnicas y operativas para realizar los trasplantes. No obstante, lo que iba a ser temporal, se convirtió en una paralización que ya cumple cuatro años y que ha significado, según cálculos extraoficiales, que unas 960 personas no han podido acceder a un trasplante.
Lucila Velutini explica que los trasplantes de cadáver a vivo están paralizados totalmente en Venezuela y que la única posibilidad en la actualidad, son los trasplantes de vivo a vivo, y con un familiar de hasta quinto grado de consanguinidad. Lo que ocurre en otros países en hospitales públicos, acá solo puede hacerse en clínicas privadas, en intervenciones que cuestan alrededor de 80 mil dólares, lo cual deja por fuera a más del 90% de la población.
“Comencemos por un centro piloto y vamos a darle el chance a los miles de venezolanos que necesitan un trasplante para seguir viviendo y que no se merecen perder la vida a la espera de un trasplante o pegados a una máquina”, expresó Lucila Velutini, quien reconoció la labor que realiza el personal de médicos, enfermeros y apoyo, en pro de la vida.
“Cada vez que uno va a un hospital te encuentras con una calidad humana de médicos, enfermeros, personal de hospital que trabaja con las uñas para lograr y seguir salvando vidas en nuestros país, y eso es algo que debemos aplaudir”, señaló.
Tal como lo dijo Velutini en el programa de Shirley: “El discurso que dio Niurka ante la CIDH conmovió a todos, pero sobretodo enseñó de manera palpable y directa lo que viven estos niños día tras día no solo en el Hospital de Niños, sino en el día a día de tantos venezolanos. Esto tiene que parar”.