Este año Venezuela podría quedar bajo la sombra de la estanflación, el estado en el cual confluyen los dos peores males de la economía: la recesión y la inflación.
Las medidas económicas dictadas por el Gobierno, entre ellas la reciente devaluación de 46,5 por ciento del bolívar, serían las causas del estancamiento de las actividades productivas y el aumento de los precios de bienes y servicios.
Edison Morales, economista, asegura que el aumento del tipo de cambio de 4,30 a 6,30 bolívares fuertes por dólar va a provocar un incremento de la inflación, que va a afectar los bolsillos de la población.
En Venezuela 70 por ciento de los bienes que se comercializan son importados, mientras que 30 por ciento son nacionales hechos con insumos extranjeros, por lo que la tasa cambiaria es determinante para la fijación de montos de venta.
Morales agrega que otros efectos de la devaluación serán las caídas del consumo interno y las inversiones privadas, por lo que difícilmente habrá un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
«Durante este año 2013 se podría presentar una estanflación, que incluso se podría extender hasta 2014, si el Gobierno no toma medidas en materia fiscal y monetaria, si no reorganiza los ingresos y los gastos».
El analista estima que la inflación este año podría escalar hasta 35 por ciento, mientras que el Producto Interno Bruto retrocedería uno o por ciento o crecería máximo un punto.
En el Presupuesto 2013 el Gobierno fija una meta de crecimiento económico de seis por ciento, junto a una reducción de la inflación a 14 o 16 por ciento. Pero la planificación no contempla los efectos del ajuste del tipo de cambio.
El año pasado el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) cerró con un crecimiento de 20,1 por ciento, mientras que el PIB se ubicó a en cinco por ciento, de acuerdo con cifras preliminares del Banco Central.
Recorte fiscal
Un análisis de Ángel García Banchs, director de Econométrica, apunta a que para este año, adicional a la devaluación, se esperan otras medidas, como el recorte del gasto fiscal.
«Lo más probable es que en 2013 la inflación suba un 30 por ciento y la economía decrezca. En el mejor de los casos, la economía crecería menos que la población y, por tanto, aún así, para el promedio de la economía no se sentiría el crecimiento».
El aumento de los precios de los bienes y servicios reduciría el poder de compra de los salarios de los venezolanos, para quienes sería más difícil cubrir sus necesidades básicas.
El estancamiento del Producto Interno Bruto, por su parte, se reflejaría en la insuficiencia de los bienes y servicios que requiere la población, así como en la caída del empleo.
Venezuela tiene antecedentes de estanflación. Durante los últimos 14 años la situación se presentó en más de una oportunidad. En 1999, 2002, 2003, 2009 y 2010 hubo una caída de la actividad económico junto a un aumento de la inflación.
La ocasión más reciente data de 2009 y 2010, cuando la caída de los precios del petróleo, como consecuencia de la crisis financiera mundial, puso en aprietos al país, que depende de los ingresos por concepto de exportación de crudo./DO
Fuente: La Verdad