La tradicional marcha en la que la clase trabajadora zuliana exige al Ejecutivo nacional las reivindicaciones laborales, este año se diversificó y recibió a distintos sectores de la sociedad civil y de la comunidad universitaria, quienes también incorporaron sus razones de protesta. Así, la actividad de calle se convirtió en un punto de encuentro para el clamor popular.
Las pancartas hicieron alusión a distintos reclamos dirigidos al gobierno del presidente Nicolás Maduro. Además de las peticiones relacionadas a los temas de inseguridad, escasez, inflación y el recientemente anunciado incremento del salario mínimo; la Resolución 058 en materia educacional, la liberación de los presos políticos y estudiantes detenidos, así como la sentencia del TSJ con respecto a las acciones de la protestas, figuraban entre las exigencias de los marchistas.
Carlos Petit, secretario general de la Federación de Trabajadores del Zulia (Fetrazulia), agradeció el respaldo brindado por la sociedad civil y los estudiantes. Adjudicó el escenario de participación diverso al “descontento generalizado” que en la actualidad se manifiesta en la población del país.
“El presidente obrerista se ha convertido en el dictador hambreador, y en el punto en el que nos encontramos en estos momentos todos los venezolanos, sin distinción de tendencia política, están sufriendo las consecuencias de la crisis económica nacional. Esta situación ya no se trata de la clase trabajadora o de los estudiantes, se trata de una lucha en conjunto”.
Los representantes de los distintos partidos políticos dijeron presente. Leonardo Fernández, concejal de Maracaibo por Un Nuevo Tiempo, se refirió durante el recorrido al aumento del salario mínimo anunciado por el jefe de Estado venezolano. “Cómo es posible que en un país en el que la inflación es una de las más elevadas del continente, el presidente no tenga la determinación de realizar un incremento salarial acorde con esa realidad”.
Compendio de razones
A lo largo de la caminata, que partió desde la avenida Las Delicias con 5 de Julio hasta la plaza de La República, se observaron grupos de padres y representantes que de forma contundente rechazaron la Resolución 058, con la cual el Estado busca modificar aspectos del modelo educativo venezolano.
Ada Paz, ama de casa, relató que desde hace dos meses se mantiene “en pie de lucha”, en apoyo a las jornadas de protestas. Resaltó que hace 15 días una nueva motivación de reclamo surgió en millones de padres y madres de familia al “empaparse” de los alcances de dicha resolución. “Lo más delicado de esta medida del Gobierno es el adoctrinamiento político hacia nuestros hijos y el culto desmedido a los personajes de este régimen. No podemos permitir que el estado se haga cargo de la educación de nuestros muchachos en estas condiciones. Señores esto es grave. Invito a los papás a mirar esos libros de la Colección Bicentenario, los invito a analizar de qué se trata todo esto”.
Manuela Arteaga, estudiante de Diseño Gráfico, junto a un grupo de compañeros, se declaraba en contra de las medidas ejecutadas por el Gobierno central para “criminalizar” las acciones de protestas emprendidas por el movimiento estudiantil desde hace casi tres meses.
“No podemos hablar de un gobierno democrático cuando vemos la represión brutal que utilizan en contra de quienes manifestamos, o cuando vemos las cifras de detenidos y presos políticos, mucho menos cuando ahora vemos esas sentencias inconstitucionales del TSJ. Utilizan vilmente el poder judicial para sembrar el miedo en un pueblo que despertó ante un régimen dictatorial”.
En la calle
“Hasta tanto no exista un cambio de modelo de Gobierno, y el régimen no reconozca los errores que han llevado a esta crisis en la que se encuentra el país, pues no se puede abandonar la calle”. María Hinestroza. Abogada.
“Ahora menos que nunca dejamos de lado las protestas, no importa lo que haga el TSJ. La sociedad civil apoya al movimiento estudiantil y eso nos fortalece”. Sergio Sánchez. Estudiante de Ingeniería.
¡No a la 058!
Al término de la marcha, los manifestantes se concentraron para realizar una serie de acciones de protesta simbólicas, entre ellas, la quema de un ejemplar de la Colección Bicentenario. Representantes de la sociedad civil rechazan el compendio de los libros que el Gobierno nacional reparte en las unidades educativas del país, por catalogarlos de instrumentos de adoctrinamiento político. Mientras el ejemplar era consumido por las llamas, los presentes vociferaban su descontento hacia la Resolución 058.
Diario La Verdad
