Carlos González admite sin empacho que si él fuera lanzador de seguro tendría miedo de enfrentar a una alineación como la venezolana.
El grandeliga de los Rockies de Colorado, campeón de bateo en 2010, es uno de los rostros más visibles de las hostilidades venezolanas, esas a las que hace alusión.
“Este es un gran equipo. Si yo fuera pitcher, seguramente, no querría enfrentarme a un equipo como el de Venezuela”, dice CarGo mientras deja ver la misma sonrisa pícara que mostró cuando se hizo con el título de bateo, la que seguramente enseñaba en los campeonatos de beisbol menor de la pequeña liga de Coquivacoa, en su natal Maracaibo.
González es uno de los jugadores más emblemáticos de Venezuela en el certamen. Su semblante luce tranquilo, los periodistas estadounidenses pelean por hablar con él, los flashes iluminan su rostro y él está acostumbrado, sabe que brilla con luz propia.
“Es una emoción muy grande estar aquí, con jugadores como Miguel Cabrera y Pablo Sandoval”, dice de manera humilde y acto seguido procede a mencionar el compromiso que siente por vestir la camiseta vinotinto. “Tenemos una gran responsabilidad con el país, de vestir esta camiseta. En Venezuela mucha gente está pendiente de lo que uno hace acá. Nos han apoyado, nos han acompañado y es nuestro deber cumplirles”.
Con todo
Desde adentro, desde la perspectiva que le da ser uno de los puntales de la ofensiva, el marabino analiza la selección y cree que tienen herramientas para lograr ese objetivo que se trazaron. “Van a tener que luchar mucho para ganarnos. Sé que este es un torneo corto y que no nos podemos confiar; sin embargo, tenemos las herramientas para ganarlo”, dijo González.
Una, dos, tres, cinco pelotas llegó a sacar González durante una práctica de bateo. Su swing parece estar en el mejor momento; no obstante, él cree que eso es algo que se va a ver cada día. “Siempre es un poco complicado tomar el ritmo de la ofensiva, porque ya son tres años que uno no juega en Venezuela; sin embargo, eso es algo que se ve cada día. Uno va, sale y da un batazo y al día siguiente te puedes ir en blanco. En este momento puedo decir que me siento bastante bien con el swing”.
Fuente: Líder en deportes