Un grupo de venezolanos en la ciudad de Boston honraron al exinspector de la Policía científica CICPC, Óscar Pérez, y a sus seis compañeros, quienes murieron el 15 de Enero de 2018 en una operación policial en El Junquito.
Con una misa y un homenaje en la plaza Copley se le rindió tributo a todos los caídos, denunciando que las masacres forman parte de la política de Estado de un régimen dictatorial. Los asesinatos forman parte del día a día del venezolano, que debe sobrevivir a la escasez de alimentos y medicinas.
Recordamos las últimas palabras de Óscar Pérez: “Le quiero pedir a Venezuela que no desfallezca, que luche, que salgan a las calles, ya es hora de que seamos libres y solo ustedes tienen el poder ahora, y los amo con toda el alma y con todo el Corazón”, con la promesa de seguir unidos en la denuncia contra la dictadura.
Todos fallecieron por disparos en la cabeza, según actas de defunción publicadas por la prensa, y organizaciones de derechos humanos alertan de posibles «ejecuciones extrajudiciales». El gobierno sostiene que militares y policías respondieron a fuego enemigo.
Pérez fue acusado de «terrorismo» y declarado como «el criminal más buscado» de Venezuela tras atacar el 27 de junio del año pasado con granadas y armas de fuego edificios gubernamentales, sin dejar víctimas, desde un helicóptero. El 18 de diciembre su grupo amordazó a militares de la Guardia Nacional en un cuartel y robó fusiles y municiones.
NP