Alfredo Morales con apenas 34 años es reconocido como «innovador pionero»
Estudiar las interacciones de las personas en Facebook, Twitter o WhatsApp mediante algotítmos de inteligencia artificial (IA) y herramientas de Big Data es la línea de trabajo del investigador venezolano Alfredo Morales Guzmán, un académico del MIT Media Lab y del Instituto de Sistemas Complejos de Nueva Inglaterra.
Los aportes de Morales al nuevo territorio de los sistemas complejos aplicados, entre otros, al mundo de las redes sociales, lo avalaron, entre más de 2 mil propuestas evaluadas durante 14 meses, como uno de los 35 innovadores menores de 35 años más disruptivos de Latinoamérica.
El premio Innovators Unders 35 (IU35) , creado en 1999 por la revista MIT Technology Review, publicada por el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés), ha realizado dos ediciones en Latinoamérica y, en el 2018, Alfredo Morales, de 34 años, es el único venezolano que integra esta élite de innovadores que están cambiando el mundo.
Desde 1999, el IU35 ha reconocido, entre otros, a innovadores como Mark Zuckerberg o Linus Torvalds.
El IU35 Latinoamérica seleccionó a jóvenes innovadores de la región que se desempeñan en áreas del saber con alto impacto en la sociedad del futuro, modificando no sólo la forma cómo trabajamos, sino nuestra manera de vivir.
El galardón se bifurca en cinco categorías: Inventores (crean tecnologías que permiten reimaginar cómo se hacen las cosas); emprendedores (convierten las innovaciones en negocios disruptivos); visionarios (descubren nuevos y potentes usos para las tecnologías); pioneros (amplían los márgenes del conocimiento científico. Humanitarios (utilizan la tecnología para resolver problemas causados por la pobreza, la guerra o la discapacidad).
Hasta hace poco, el estudio del comportamiento social de los humanos era territorio exclusivo de científicos sociales, pero ahora se expande mediante su abordaje con Big Data e IA, «por primera vez podemos observar cómo se produce la transmisión de la información en una sociedad, cómo esta se polariza, cómo emergen comportamientos a distintas escalas y surgen estructuras y fenómenos sociales», explica el investigador.
El foco del venezolano es la observación de los conglomerados digitales como sistemas complejos que generan nuevas propiedades a partir de la interacción de sus integrantes.
En el 2014 analizó 16 millones de tuits publicados en los días previos y posteriores a la muerte del presidente Hugo Chávez, que le permitieron localizar , en un mapa de Caracas, el sentimiento político de los ciudadanos ante ese hecho.
Esa línea de investigación le permite estudiar la aparición de cámaras de eco que amplifican noticias que podrían moldear la opinión pública e incluso polarizarla.
Los reconocimientos a los 35 emprendedores se entregaron en la Universidad Panamericana de Guadalajara, México.
El innovador-humanitario más joven fue el argentino Mateo Salvatto (19 años), quien desarrolló en el 2017 la aplicación gratuita ¡Háblalo! Un traductor en tiempo real de texto a voz (y viceversa) que facilita la comunicación oral a personas con discapacidad.
Dos innovadores visionarios
Utilizar el Big Data para revertir la discriminación en más de 20.000 condenas fraudulentas fue el proyecto presentado por la mexicana Paola Villareal (34 años), quien recibió una Mención Especial como innovadora-visionaria.
Paola se inició en la programación a las 12 años. En el 2015 Villareal se mudó a los Estados Unidos becada por las fundaciones Ford y Mozilla.
En ese país se incorporó a la American Civil Liberties Union de Massachusetts, donde presentó su proyecto Data for Justice en el cual combina el análisis de datos del censo con los datos de las actividades realizadas por la policía.
¿El resultado? Descubrió una alta correlación entre los lugares donde la policía realizaba arrestos por posesión o venta de marihuana y los barrios con mayoría latina y afroamericana.
Un visionario preocupado por los emigrantes venezolanos es Francisco José Córdoba (Colombia, 32 años), quien presentó su proyecto SEND, una criptomoneda protegida de la volatilidad de los mercados digitales y, lo mejor, la desarrolló para apoyar a los emigrantes que intentan enviar remesas a sus familiares en el país sin tener que pagar altas comisiones.
Esta criptomoneda se basa en tokens que no fluctúan de precio por la libre oferta y demanda sino que se basa en un algoritmo que pondera su uso real dentro de la comunidad y mantiene el precio una vez se coloca en la billetera WeSend.
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