Cansancio, fatiga, hinchazón y calambres en las piernas son algunos de los síntomas que padecen mujeres –y también hombres- que sufren de várices. Esas “arañitas”, mucho más allá de afear las piernas, representan una enfermedad que si no se trata a tiempo puede causar graves consecuencias, pero lo más importante es que los médicos afirman que es posible prevenir sus complicaciones.
Estudios epidemiológicos reportan que hasta un 30% de la población sufre de algún grado de várices, es decir, 3 de cada 10 personas. El Dr. Hugo Navas, especialista en Flebología, rama de la Medicina que estudia las enfermedades venosas, afirma que en su consulta atiende más de 20 pacientes diarios con este tipo de afecciones, cuya aparición se asocia al embarazo, labores que requieren que el paciente permanezca mucho tiempo de pie, el uso de anticonceptivos, sobrepeso y factores genéticos.
“Si tu mamá, tía o abuela sufren una enfermedad varicosa, el riesgo de que tú también las padezcas es muy elevado… Las várices constituyen un doble problema, pues además de afectar la apariencia estética y por lo tanto influir negativamente en la autoestima de las mujeres, causan síntomas que pueden llevar a la necesidad de una cirugía; entonces se trata de una enfermedad que afecta el aspecto físico y psicológico (imagen corporal y autoestima)”.
Los hombres también sufren de várices, aunque por cada paciente masculino hay tres femeninos. “Los hombres llegan a la consulta cuando presentan complicaciones o sus esposas insisten en traerlos”, explica el Dr. Navas.
Aunque plantea que se trata de una enfermedad crónica, como la diabetes o la hipertensión arterial, es decir, se puede controlar bastante bien pero no curar, este especialista acota que hay medidas preventivas. “La principal herramienta con la que contamos para prevenir o aminorar los síntomas y, por lo tanto minimizar la necesidad de tratamientos muy complejos, es el uso de medias de comprensión graduada. Por supuesto, debemos plantearle al paciente que baje de peso, haga ejercicio y modifique posturas nocivas¨.
Ahora bien, el Dr. Navas explica que en personas con riesgo o ya con várices observables y sintomáticas, lo más efectivo es el uso de medias porque causan el efecto de una faja, reducen la hinchazón y logran mantener la circulación normal. ¨El objetivo es bajar la dilatación de la vena y lo más indicado para esto son las medias, siempre que el paciente las utilice la mayor cantidad de tiempo posible. Para prevenir el avance de la enfermedad, recomiendo usarlas diariamente y no dormir con ellas, así como darles un cuidado y lavado especial para que tengan una mayor duración. Esto acompañado de lo que ya mencionamos: cambiar hábitos dañinos por saludables¨.
NP