Los restos del hombre se encontraban en estado de descomposición en una playa del sector Caño Madrid
La osamenta de Joel Henrique Sanz, de 33 años de edad, fue localizada por vecinos en una playa del sector Caño Madrid, en Higuerote, el 18 de diciembre. Casi un mes después, los familiares aguardaban ayer la identificación del cadáver para poder retirarlo. Ellos relataron que después del hallazgo los residentes reportaron la situación al Cicpc, organismo encargado de la investigación criminal, pero los funcionarios nunca se presentaron en el lugar para levantar el cadáver. Por esa razón decidieron incinerarlo, pues el mal olor que se desprendía debido a la descomposición les impedía realizar sus actividades, como recolectar guacucos en la orilla de la playa.
Los parientes aseguraron que Henrique Sanz se encontraba desaparecido desde el 10 de diciembre cuando salió de su vivienda en Higuerote a las 7:00 am para dirigirse a trabajar como agricultor. Pasaron los días y no aparecía. Por ello empezaron a buscarlo sin éxito alguno. De acuerdo con lo narrado por sus familiares, Sanz presuntamente robaba cacao en una finca cuando lo sorprendieron y lo mataron.
El 20 de diciembre fue trasladado a la morgue de Bello Monte, donde se le realizaron los estudios odontológicos forenses correspondientes para su identificación y fue allí donde les notificaron a sus allegados que se trataba de Henrique Sanz, quien deja huérfano a un niño de 5 años de edad y a un adolescente de 13 años de edad.
La investigación del asesinato quedó a cargo del Eje de Homicidios del Cicpc de Higuerote con la finalidad de aclarar los hechos que condujeron a su muerte.
Habitantes afirman que el sector Caño Madrid está a merced de la delincuencia y que es una de las zonas más peligrosas de Higuerote. “Vas para allá y es un atraco seguro. Allí se reúnen quienes delinquen y es muy riesgoso pasar por ahí”, señalaron.
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