Este martes el escritor peruano Mario Vargas Llosa afirmó que «Venezuela ha tomado un rumbo equivocado que va en contra de la modernidad».
El Premio Nobel de Literatura explicó a la periodista Shirley Varnagy que el sistema socialista que el gobierno busca «ha fracasado en todas partes en donde se ha intentado. No crea empleo y difunde la pobreza y sacrifica terriblemente las libertades. Eso es lo que ha llevado a China a ser autoritario pero capitalista».
Vargas Llosa aseguró que Venezuela no llega «al extremo de Cuba todavía quedan espacios de libertades» y agregó que el pueblo venezolano «se ha dado cuenta que este sistema va a seguir empobreciendo al país».
Sobre las diferencias entre el bando opositor, afirmó que los planteamientos son complementarios. «Es normal los pareceres diferentes.» En su opinión aquellos que apoyan el diálogo y quienes apoyan las protestas no son enemigos.
Aseguró que «hay intelectuales que quisieran que América Latina fuera socialista radical, pero ese modelo ha fracasado estruendosamente» Y tomó como ejemplo Cuba y Corea del Norte.
Sobre su acercamiento a la izquierda en los años sesenta: «la revolución cubana nos llenó de ilusiones, en un principio, hasta que descubrimos en la realidad que el ideal estaba muy lejos de la revolución. Desde mediados de los 60s la realidad no era la fantasía que nos habíamos hecho entorno a la revolución cubana.»
Y añadió que la influencia de su padre fue quien reforzó su vocación literaria, pues éste consideraba la literatura un «fracaso en la vida». Incluso llegó a ser obligado a estudiar en una escuela militar para alejarlo de la literatura. «Resistí la autoridad de mi padre, que yo detestaba (…) lo veía como figura aplastante» (…) Quizás mi odio hacia los dictadores es por mi relación con mi padre». La periodista Shirley agregó «A veces los pueblos aprenden a apreciar la democracia cuando padecen las dictaduras».
Aseguró que no vino a discutir con nadie sino a un «congreso de una institución a la que me siento muy ligado».(…) Soy un escritor independiente».
«Nunca es mi intención escribir en literatura sobre política. La literatura no puede trabajar en servicio de la política», enfatizó.
«Es muy importante que uno pueda elegir su destino y no que se lo impongan», concluyó.
Fuente: GV
