El académico peruano participó en el cierre del I Congreso de Gobierno Abierto. Analizó las políticas de transparencia de Obama
El escritor, conferencista y periodista peruano Álvaro Vargas Llosa estuvo a cargo del cierre, en Buenos Aires, del I Congreso de Transparencia y Gobierno Abierto. Su exposición estuvo basada en el desarrollo de las distintas iniciativas tomadas por el gobierno de Estados Unidos en el sentido de acercar información del Gobierno a la ciudadanía.
En la introducción, se refirió a los recientes casos de corrupción destapados en el país anfitrión, Argentina -vinculados al enriquecimiento exponencial de empresarios cercanos al Gobierno-, e insistió, en ese contexto, en la pertinencia del evento.
Durante su exposición, el peruano habló del caso de Edward Snowden y de cómo éste refleja que a pesar de la apertura de datos de las distintas agencias durante la administración Obama, el acceso a la información se mantuvo restringido a la ciudadanía para el caso de los servicios de inteligencia.
Después de hacer un repaso sobre los principales puntos de la Ley de Acceso a la Información, Vargas Llosa se explayó sobre la decisión del gobierno de Obama de aplicar las políticas de Gobierno Abierto a la política exterior. Los cambios en el contexto -surgimiento de los países emergentes, la crisis fiscal de los Estados Unidos, reforzamiento del multilateralismo- empujaron a una modificación de la estrategia de Estados Unidos en política exterior.
«Estados Unidos debió repensar nuevas formas de influir en el mundo”, sentenció el académico antes de desarrollar el concepto de “poder blando”, en referencia a formas más sutiles e indirectas de influir cultural, política y económicamente de un modo que no representen una imposición y ni provoquen una reacción hostil por parte de distintos países.
El Gobierno Abierto y la transparencia surgen como un “arma” de influencia en el mundo, viable a pesar de todas los cambios en el contexto político y económico internacional. En relación con América Latina, Vargas Llosa relató un vínculo oscilante entre la hegemonismo y la condescendencia, que se mantuvo hasta ahora.
El Gobierno Abierto será entonces la nueva estrategia para, por ejemplo, dar cada vez mayor publicidad a distintos índices y rankings de la región que evidencien cuál es la verdadera situación por la que atraviesa el continente.
Fuente: Infobae
