Este fin de semana las calles de centro de Valencia lucieron abarrotadas de personas, sobretodo el bulevar Constitución, quienes acudieron a los comercios para comparar precios y buscar la mejor oferta que les permita rendir el dinero de los aguinaldos y poder cumplir con las tradiciones decembrinas.
En un recorrido realizado por el lugar, se evidenció que las zapaterías y tiendas de ropa son los locales más visitados por las personas, quienes, en su mayoría, entraban, preguntaban por los precios y volvían a salir sin nada en sus manos.
Acompañada de su esposo, Janeth Reverol apreciaba con asombro los precios del calzado infantil en un zapatería ubicada en el bulevar Constitución. Al ser encuestada sobre el avance de sus compras navideñas, expresó que este año se verá obligada a adquirir lo esencial y lo que el bolsillo aguante, porque con estos precios exhorbitantes y el sueldo tan bajo, ya el dinero no alcanza .
En la misma situación se encuentra Mary Cruz Flores, quien indicó que actualmente es difícil comprar todo lo necesario, yo por lo menos aún no he cobrado los aguinaldos, pero desde ahorita ando buscando lugares donde se consiga ropa de calidad y a bajo costo, pero se me ha hecho imposible .
Existen otras personas como Angie Ferrer, quien luego de un sondeo por varias tiendas de la ciudad, tomó la decisión de aguantarse hasta enero, este año mis niños no tendrán estrenos, en lo único que voy a invertir es en los juguetes y por supuesto en la comida, todo lo demás lo dejo para enero .
Otros valencianos se han visto en la penosa necesidad de elegir entre los estrenos, los ingredientes para las hallacas o los regalos del 24 de diciembre. Tal es el caso de José Gutiérrez, quien dijo que este año, solo le comprará un atuendo de estreno a su hijo, el cual usará en la noche buena, hay que reducir gastos, los precios de la ropa y los zapatos están por los cielos y bueno tuve que tomar esta decisión .
En los centros comerciales la realidad no cambia, en ellos se pueden observar a las personas haciendo comparación de precios, viendo las marcas y la calidad de la ropa, mientras tratan de encontrar un precio que se ajuste a su presupuesto. Todo está incomprable y es que uno hace el análisis de lo que gana y lo que te cuesta un par de zapatos y lo que da es tristeza , dijo María Alejandra Bolívar.
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