Casi una década después de que se recomendara por primera vez su uso, llega a Venezuela la vacuna contra el Virus de Papiloma Humano (VPH).
El Gobierno nacional aprobó las divisas para la adquisición, compra y distribución de las vacunas, que será aplicada a niñas y niños escolarizados a partir de los nueve años de edad.
En este sentido, la viceministra de Salud, Claudia Morón, indicó que con la aprobación de estos recursos se beneficiará a más de 6 millones personas.
“En Venezuela tenemos una alta incidencia de la enfermedad del VPH, como en el resto de la región de Latinoamérica, la cual es la principal causa del cáncer de Cuello Uterino, siendo ésta la segunda razón de muerte de mujeres en nuestro país”, acotó Morón refiriéndose a la importancia de la inclusión de dicha vacuna.
El ginecólogo obstetra y oncólogo, Humberto Acosta, adelantó que el Ministerio de Salud aplicará la primera dosis en marzo de 2016, en niñas escolarizadas que tengan entre 9 y 15 años. La segunda inyección será para el mes de septiembre de 2016.
La vacuna protege contra la aparición de verrugas genitales o anales que, a largo plazo, pueden producir tumores y cánceres de cuello uterino, vulva, pene y ano.
Francisco Medina, ginecólogo oncólogo del Hospital Luis Razzetti, explica que la vacuna está compuesta por las cepas de virus tipo 16 y 18, que son los responsables en 70% de los casos, de la reproducción del cáncer de cuello uterino. También contiene las cepas 6 y 11 utilizadas para el tratamiento de las zonas verrugosas.
Ambos galenos coinciden en que la vacuna debe ir dirigida especialmente a las niñas que no han tenido vida sexual, es decir entre los 9 y 12 años, ya que ellas están protegidas contra los subtipos del virus que pueden ocasionar cáncer de cuello uterino. También puede ser suministrada a mujeres menores de 26 años de edad, siempre y cuando se determine que no han estado en contacto con la cepa del virus que contiene la vacuna, dicen los galenos.
Por su parte, Medina recomienda incluir a los varones “porque son ellos transmisores la enfermedad”.
Acosta, quien es profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), afirma que 95% de las personas que padecen VPH de alto o bajo riesgo tienden a eliminar el virus, gracias al mecanismo de defensa de su organismo. Sólo 5% de los afectados no logra hacerlo, llevando al paciente a un estado precancerígeno en cuello uterino, vulva, pene y ano, que es ocasionado por la presencia prolongada de la infección en el cuerpo.
El galeno agrega que en ningún momento el paciente manifiesta síntomas, es decir, “no pica, no arde, no quema, no da flujo, no sangra”. La única forma para detectarlo es por exámenes médicos.
“Hasta ahora los estudios demuestran que se deben aplicar tres dosis: la inicial; luego, una segunda inyección al mes; y por ultimo, una tercera vacunación después de dos meses” comenta Medina. Añade que la inmunización para el cuerpo dura al menos veinte años, después de este tiempo, en algunos casos, puede requerir un refuerzo, pero en la mayoría la protección suele ser de por vida.
Acosta revela que la experiencia de otros países no indican sea necesario un dosis de refuerzo.
Los efectos secundarios que produce pueden ser mareos y dolor en la zona de inyección.
La vacuna no es de carácter obligatorio, son los padres quienes tomarán la decisión final de inmunizar al menor.
En Estados Unidos y otros países algunos padres se negaban a vacunar a sus hijas, argumentado que las jóvenes comenzarían a tener sexo más temprano, situación que los doctores no creen que incida en Venezuela porque los adolescentes comienzan a tener relaciones con o sin vacuna.
Fuente: EU
gbarreto@eluniversal.com