Los altos índices de inflación que se han registrado durante los últimos dos años en el país han obligado a los venezolanos a cambiar sus hábitos y costumbres.
Una de las tantas variaciones ha sido el uso de trajes de noche para recibir el año nuevo. El elevado precio de las prendas ha promovido el uso de ropa casual y/o el alquiler de vestidos y smoking.
La administradora Margarita López comentó que prefiere pagar Bs 4 mil y 6 mil en un atuendo alquilado, que comprar uno que puede llegar a costar Bs 25 mil.
Para ella, vestir de gala es una tradición que se niega a perder, pero para mantenerla ha tenido que hacer ciertas modificaciones.
“Antes, digo hasta unos dos años atrás, todos los diciembre estrenaba un vestido para recibir el año nuevo, pero han aumentado tanto que desde el año pasado estoy alquilando”.