El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega / Foto: EFE
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018 que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio
La Unidad Nacional Azul y Blanco de Nicaragua, cuyos principales dirigentes residen en el exilio por razones de seguridad, valoró este lunes que el Gobierno del presidente Daniel Ortega «ha afianzado» un «estado totalitario y de terror» en el país centroamericano.
«La dictadura Ortega Murillo ha continuado en las últimas semanas la represión y ha afianzado el estado totalitario y de terror que se vive en Nicaragua», señaló la Unidad Nacional, integrada entre otros por el excarcelado político Félix Maradiaga, quien aspiró a competir con Ortega por la presidencia en las elecciones de noviembre de 2021 y fue encarcelado.
Según ese movimiento político, a partir del 3 de mayo pasado «decenas de ciudadanos nicaragüenses han sido capturados, mediando el allanamiento ilegal de sus domicilios, el despojo de sus dispositivos electrónicos y, en varios casos, de bienes muebles y hasta dinero».
«A ellos se les han abierto procesos judiciales espurios y sumarios, bajo los supuestos delitos de propagación de noticias falsas y menoscabo a la integridad territorial», denunció.
Persecución
La Unidad Nacional anotó que «si bien muchos de ellos fueron enviados a sus casas, los juicios siguen abiertos y se les ha planteado la obligación de presentarse diariamente a las instalaciones de la Policía».
«En los días siguientes, la Policía ha estado realizando visitas a distintos ciudadanos nicaragüenses y familiares de otros en el exilio, a fin de amenazarlos y advertirles que son objetivo policial», afirmó ese grupo.
«Todas estas acciones de la dictadura, al igual que la cancelación de las licencias de abogados y notarios a 26 nicaragüenses, persiguen afianzar el estado de terror en el país y la indefensión de la población ante las cotidianas y flagrantes violaciones a los derechos humanos», agregó.
Para la Unidad Nacional, «no se puede permanecer indiferente ante esta situación» y «es necesario expresar nuestra solidaridad con la ciudadanía y seguir exigiendo el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales».
Hacen un llamado a la comunidad internacional
«Hacemos un llamado a la comunidad internacional a estar atentos y a no permitir que se sigan vulnerando los derechos humanos de la ciudadanía nicaragüenses, y a que actúen con beligerancia ante estos hechos atroces de la dictadura que es una amenaza a la paz y la estabilidad regional», abogó.
Al menos 75 nicaragüenses, opositores y críticos con el Gobierno de Ortega, han sido detenidos en lo que va de mayo y acusados de delitos considerados «traición a la patria», según el denominado Monitoreo Azul y Blanco, cuyos informes son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Tras haber sido arrestadas, «las personas injustamente detenidas fueron liberadas horas después, luego del proceso de acusación, amenazas y con la medida de presentarse diariamente a firmar a la delegación policial más cercana», según ese informe.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018 que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio. EFE