La decisión anunciada por 36 países de no suscribir el último borrador de la COP30, que excluye la hoja de ruta para poner fin a los combustibles fósiles, invita a pensar en un probable aplazamiento de la clausura de la cumbre climática de Belém (Brasil), que debía concluir este viernes pero que aún debe profundizar en las negociaciones para alcanzar un acuerdo.
La prolongación de las reuniones no sería una excepción, pues en 15 de las 29 conferencias ya celebradas los participantes se han visto obligados a trabajar más allá de las fechas previstas en busca de un consenso.
Las cumbres se celebran desde el año 1995 y ya en la edición de 1997, en Kioto (Japón), fue necesario recurrir a un tiempo extra.
Igual sucedió en 1998, 2000, 2007-2011, 2013, 2015, 2018, 2019, 2021, 2023 y 2024.
En la mayoría de las ocasiones los retrasos se limitaron a unas horas, con el fin de ampliar las negociaciones de la jornada de cierre durante la noche y votar las propuestas al día siguiente.
Otras prórrogas
La COP tuvo una prórroga de dos días en las ediciones de Durban en 2011, de Madrid en 2019 -la más larga hasta ahora, con 14 días- y de Bakú en 2024.
Con todo, la que puede considerarse más extensa fue la COP6 celebrada en La Haya en el año 2000: la falta de acuerdo sobre la reducción de emisiones obligó a suspenderla, para evitar cerrarla bajo la sombra del fracaso, y a convocar una segunda parte en 2001 en Bonn. Entre los dos años, un total de 28 días.
En Belém la agenda tenía una duración prevista de 12 jornadas, pero hay que sumar la cumbre anticipada de líderes, que se celebró durante los días 6 y 7 de noviembre.
Un incendio ayer
El ritmo de las decisivas negociaciones de último minuto se ha visto perjudicado, además, por un incendio originado el jueves en el recinto de las reuniones, que obligó a desalojar la zona. Las instalaciones permanecieron cerradas unas siete horas y, aunque los delegados indicaron que habían seguido trabajando telemáticamente, algunos de ellos dieron por hecho que la COP ya no se clausuraría en el plazo previsto, este viernes.
El borrador elaborado por la presidencia en las siguientes horas y la reacción negativa de casi 40 países por considerar que la propuesta «no cumple las condiciones mínimas necesarias para que los resultados de la COP sean creíbles» anticipan que habrá más horas de negociación por delante.
El nuevo borrador elude la hoja de ruta para poner fin a los combustibles fósiles
La presidencia ha propuesto en la madrugada de este viernes, última jornada de la cumbre climática, un borrador de resolución que elude concretar la hoja de ruta para poner fin a los combustibles fósiles, una de las negociaciones claves de la cita.
El texto señala que las partes «reconocen que la transición global hacia bajas emisiones de gases de efecto invernadero y un desarrollo resiliente al clima es irreversible y la tendencia del futuro», y «elogian a las 80 partes que han comunicado estrategias de desarrollo a largo plazo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero e insta a las que aún no lo hayan hecho a que comuniquen dichas estrategias lo antes posible».
Pero el borrador no hace referencia a la demandada ‘hoja de ruta’ para decir adiós a los combustibles fósiles, pese a que este jueves una treintena de países remitieron una carta a la presidencia de la COP en la que aseguran que no apoyarán un texto que deje fuera este aspecto.
Suscriben el mensaje Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chile, Colombia, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Fiyi, Finlandia, Francia, Georgia, Guatemala, Honduras, Irlanda, Islandia, Kenia, Liechtenstein, Luxemburgo, México, Mónaco, Países Bajos, Panamá, Palau, Reino Unido, República Checa, República de Corea, Suecia, Suiza, Tuvalu y Vanuatu, que consideran que la última propuesta de la presidencia de la COP «es un lo tomas o lo dejas» y «no cumple las condiciones mínimas necesarias para que los resultados de la COP sean creíbles»
Los ecologistas critican el nuevo borrador
Las organizaciones ecologistas cargaron también con dureza contra el nuevo borrador de la trigésima cumbre climática mundial (COP30) propuesto por la presidencia brasileña, el cual tacharon de «inútil», «insuficiente» y «débil».
El borrador, que aún debe ser negociado, se articula en torno a tres epígrafes: «Unidos en la celebración del décimo aniversario del Acuerdo de París», «De la negociación a la implementación» y «Responder a la urgencia».
En su articulado, reconoce «la necesidad de adoptar medidas urgentes y prestar apoyo para lograr reducciones profundas, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero en consonancia con las trayectorias de 1,5 °C» y señala que «la financiación, la creación de capacidad y la transferencia de tecnología son factores fundamentales para la acción climática».
Entre las decisiones específicas que incluye el texto, figura el lanzamiento de un ‘Acelerador de la Implementación Global’ «para mantener el objetivo de 1,5 °C y apoyar a los países en la aplicación de sus contribuciones determinadas a nivel nacional y sus planes nacionales de adaptación».
También se incluye la puesta en marcha de la ‘Misión de Belém a 1,5’, para «reflexionar sobre la aceleración de la aplicación y la cooperación internacional y las inversiones en las contribuciones determinadas a nivel nacional y los planes nacionales de adaptación en materia de mitigación y adaptación». EFE











