La propietaria de Luna explicó que la canina sentía un gran temor con este tipo de sonidos, y su sistema nervioso no soportó el estrés que esto le generó, motivo por el cual tuvo una ruptura interna que hizo que se desangrara
En algunos municipios de Colombia y algunas otras ciudades de Colombia, la alborada decembrina es una reconocida celebración que se lleva a cabo entre la noche del 30 de noviembre y la madrugada del 01 de diciembre cada año, con el fin de dar la bienvenida a la época de diciembre, considerada una de las más alegres.
Para ello, durante aproximadamente una hora se detona pólvora y pirotecnia como símbolo de la felicidad que producen las festividades de este mes; no obstante, por esta misma razón ha sido una celebración fuertemente cuestionada, no solo por los daños al mal ambiente, sino por el evidente daño que causan estos sonidos a los animales.
Un claro ejemplo de esto quedó en evidencia en el triste e indignante caso que se dio recientemente en la vereda Abreo del municipio de Rionegro (en el Oriente de Antioquia), donde la emoción por la llegada de Navidad se convirtió en un día de gran tristeza para una pareja, luego de que su perrita falleciera por el estrés que le generó el sonido de la pólvora durante la alborada.
Se trata de Luna, una perrita de raza black lab golden retriever, y, tal como lo dio a conocer su propietaria a «Semana», prefiriendo quedar en el anonimato, sentía un gran temor con este tipo de sonidos, y su sistema nervioso no soportó el estrés que esto le generó, motivo por el cual tuvo una ruptura interna que hizo que se desangrara.
“Eran exactamente las 11:57 de la noche cuando empezó la pólvora más impresionante. Cuando mermaron los ruidos, todos (el resto de perros) estaban más tranquilos, pero ella no quiso salir de debajo de la cama. Mi pareja llegó del turno de noche a las 2:30 a.m. y cuando llegó Luna salió de debajo de la cama. Tenía el estómago completamente hinchado, estaba atontada. Lo saludó, le voleó la colita, se fue a un rincón, vomitó una bocanada de sangre y ahí quedó”, dijo al mismo medio.
Y es que, la pareja ya había tomado las precauciones necesarias para que sus perros no sufrieran durante la noche de la alborada, por lo que su dueña se quedó con ellos en la habitación más aislada del ruido y les puso música suave; sin embargo, no fue suficiente para que Luna se sintiera a salvo; sin embargo, la mujer la considera una fiel y valiente mascota, pues asegura que esperó a que llegara su dueño para despedirse, a pesar de que ya se encontraba muy mal.
Luna fue rescatada luego de que una familia la abandonara porque estaban esperando un bebé y ya no podían tener un perro tan grande en casa; y aunque sus nuevos dueños intentaron darle un buen hogar durante 10 años, donde se sintiera amada y segura, la irresponsabilidad en el manejo de la pólvora en la sociedad les arrebató la posibilidad de seguirlo haciendo; no obstante, no guardan ningún rencor por ello, y solo esperan crear conciencia en la sociedad, para garantizar el bienestar de los animales en esta época.
GV