El temblor esencial, entre el que se encuentra el Parkinson, es una enfermedad que origina un movimiento involuntario normalmente en manos y brazos. Las alternativas para estos enfermos varían entre la cirugía y los fármacos, pero estas soluciones no funcionan en muchos pacientes.
La empresa española EMO, junto al Instituto de Biomecánica de Valencia (España) (IBV) y un consorcio europeo, ha desarrollado una muñequera que reduce en más de un 30% este temblor, permitiendo a las personas afectadas volver a realizar tareas diarias como tomarse un café o leer el periódico.
Se trata de una ortesis textil, con la apariencia de una muñequera, que reduce el temblor esencial en la mano más de un 30%.
El dispositivo está formado por dos partes de tejido, una que cubre la mano y otra el antebrazo. La clave del diseño se basa en el uso de un amortiguador rotatorio, que une las dos piezas, y es el encargado de “reducir los movimientos involuntarios” del enfermo.
El sistema se ha creado para reducir al máximo su tamaño a la vez que disminuye los movimientos involuntarios, pero no los voluntarios.
En este punto, el IBV ha trabajado en analizar las frecuencias y las amplitudes del temblor inconsciente. Con esa información, el equipo ha diseñado el amortiguador que reduce ese tipo de movimiento, sin afectar al deliberado.
El siguiente paso fue dar con una fijación de la ortesis que no eliminase el efecto del amortiguador. “El problema es que el brazo es una zona con muchos tejidos blandos que pueden acabar moviendo el sistema”, explica Bermejo.
El centro tecnológico trabajó con las presiones del producto para generar una apretura suficiente en las zonas de agarre “sin llegar a molestar”.
Una vez desarrollado el dispositivo, se realizaron pruebas cuantitativas y cualitativas con 12 pacientes en el Hospital de Valencia.
Los resultados permitieron concluir que la ortesis es capaz de reducir el temblor de la mano en más de un 30%. No solo eso. Los usuarios analizaron positivamente la facilidad de uso y el confort del producto.
Tras la finalización del proyecto, la empresa EMO comenzó a fabricar y vender la ortesis a finales de 2012. “La aceptación ha sido muy buena”, afirma el director técnico, Leopoldo Fernández.
“El paciente gana independencia en cosas tan sencillas como leer el periódico”, añade. Tal ha sido el éxito, que la compañía ya está produciendo el segundo lote del producto para su pronta comercialización.
Fuente: Panorama.com