Un centenar de personas se congregaron en horas de las mañana frente a los antiguos locales del semanario satírico, en el centro de París, donde casi a la misma hora el 7 de enero de 2015 dos yihadistas, los hermanos Sherif y Said Kouachi, mataron a 12 personas, citó AFP.
Francia conmemoró este martes a las víctimas de la matanza de Charlie Hebdo, ocurrida hoy hace cinco años, y que marcó el inicio de una ola de atentados yihadistas en el país que se ha cobrado la vida de más de 250 personas.
Un centenar de personas se congregaron en horas de las mañana frente a los antiguos locales del semanario satírico, en el centro de París, donde casi a la misma hora el 7 de enero de 2015 dos yihadistas, los hermanos Sherif y Said Kouachi, mataron a 12 personas, citó AFP.
El semanario satírico se había convertido en blanco de los islamistas tras haber publicado varias caricaturas de Mahoma.
“¡Hemos vengado al profeta Mahoma! ¡Hemos matado a Charlie Hebdo!” gritaron los asesinos tras matar a sangre fría a varias reconocidas figuras del semanario, incluyendo los reconocidos caricaturistas Cabu, Wolinski, Honoré y Tignous.
Sus nombres, así como el de las otras víctimas, fueron leídos el martes en presencia de sus familias y de varios miembros del gobierno, incluido el ministro del Interior Christophe Castaner, la ministra de la Justicia Nicole Belloubet, y la alcaldesa de París Anne Hidalgo.
“Ya son cinco años y el recuerdo de ese terrible día de enero sigue estando presente. Mis pensamientos están con todos aquellos que perdieron la vida el 7 de enero de 2015 porque representaban la risa y la libertad”, tuiteó François Hollande, que era presidente de Francia en esa época.
En su edición de aniversario, Charlie Hebdo dio la palabra a las familias de las víctimas, incluyendo a Maryse Wolinski, viuda del célebre caricaturista, que cuenta que su vida tras la muerte de su esposo no tiene “ni color ni sabor”.
El semanario denuncia también a los “nuevos gurús del pensamiento formateado” con una portada en la que se puede ver un móvil gigante con los logos de grandes redes sociales aplastando la lengua y el brazo de un caricaturista, bajo el título “Nuevas censuras… Nuevas dictaduras”.
“Hoy en día, lo políticamente correcto nos impone ortografías inclusivas, nos desaconseja usar palabras supuestamente perturbadoras”, escribió Riss, el director de la redacción, en una columna.
Juicio este año
También se leyeron los nombres de las víctimas, se entonó La Marsellesa y se depositaron flores frente a un supermercado kosher, en las puertas de París, donde el 9 de enero de 2015, un cómplice de los hermanos Kouachi, Amedy Coulibaly, mató a cuatro personas, todos judíos, en una toma de rehenes, antes de ser abatido por la policía.
El día anterior había matado a una policía municipal en la localidad de Montrouge, al sur de París, que será homenajeada el miércoles.
“Los atentados de enero de 2015 marcan el inicio de ataques masivos” en Francia y apuntaron “a la República de la manera más cruel y visible”, dijo Chantal Anglade, de la Asociación Francesa de Víctimas del Terrorismo (AFVT).
Esta serie negra terminó ese año con el ataque más sangriento de todos. En la noche del 13 de noviembre de 2015, tres comandos coordinaron atentados en un estadio de fútbol, en bares y restaurantes de París, y en la sala de espectáculos Bataclan, que dejaron casi 140 muertos.
Desde entonces, los ataques continúan y la “amenaza terrorista sigue siendo elevada”, dijo este martes el primer ministro Edouard Philippe en una entrevista con la radio RTL.
Más de 250 personas han muerto desde inicios de 2015 en atentados en Francia, siguiendo llamados del grupo Estado Islámico. La última víctima murió el viernes en un ataque con cuchillo en un suburbio al sur de París.
Cinco años después, se abrirá en Francia un nuevo capítulo, el de la verdad judicial. De mayo a julio de este año, 14 sospechosos acusados de prestar apoyo logístico a los hermanos Kouachi y a Coulibaly serán juzgados en París ante un tribunal penal especial.
AFP