La exigencia, que constituye una carga irracional para los ciudadanos y empresas en la actual situación que atraviesa el país, es una imposición que convertirá en gris y sin motivación ciudadana la celebración bicentenaria de la batalla que selló la libertad de Venezuela
Este viernes 12 de junio venció el plazo para cumplir con la Resolución de la alcaldía de Caracas Nº 007-2021 que obliga a incorporar en vinil autoadhesivo o estampado de pintura gris, los elementos presentes en el logo de la celebración de los 200 años de la Batalla de Carabobo, en la cara externa visible de las rejas metálicas protectoras de edificaciones bien sean de uso institucional residencial o de vivienda o locales comerciales. Adicionalmente es obligatorio pintar las rejas de gris.
El presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas, Leonardo Palacios, expresó su rechazo a esta resolución, que extralimita la autonomía local por considerar que una fecha tan importante como el bicentenario de la Batalla de Carabobo, debe ser motivo de
celebración en comunidades, escuelas, universidades, gremios e instituciones, mediante coloquios, foros, publicaciones y otras manifestaciones, y no de medidas que generan rechazo.
“Lo que si no puede pasar es que se imponga la obligación de celebrar, eso es propio de regímenes contrarios a la participación y protagonismo de ciudadanía y empresariado. Llama la atención que subrepticiamente salió esta resolución en gaceta municipal y agarró a todo el
mundo fuera de base, porque todo el mundo está pendiente de cómo mantener sus negocios, de pagar la nómina, los impuestos municipales, de garantizar la cobertura de salud y medidas de bioseguridad, gastos de alimentación y servicios cada vez más deficiente, más en una
época en que enfrentamos una pandemia”.
Lamenta que los caraqueños ahora tenga que preocuparse, para no ser multados, de cumplir un acto administrativo lesivo a la propiedad, que no se corresponde con lo que debería ser lacelebración bicentenaria de la Batalla de Carabobo, y que no está dentro de las competencias
de la Alcaldía del Municipio de Libertador. Además de tener que incurrir en gastos para comprar un cuñete de pintura gris en una economía dolarizada como la venezolana.
“Más allá de lo jurídico es absolutamente irracional, no se corresponde con el momento que estamos viviendo, crear una “Misión Gris” porque a alguien se le ocurrió imponer y uniformar con una tendencia urbanística en el municipio. Esta es una expresión de dominio socio-político,
y que nos lleva a otro punto: la indefensión”.
Al presidente de la Cámara de Caracas sorprende que las autoridades del municipio Libertador no hayan consultado esta medida, cuando en el pasado han dado pruebas de su disposición a dialogar, como ocurrió con el decreto de armonización tributario municipal dictado por el
Tribunal Supremo de Justicia.
Pide a la Alcaldesa y las autoridades municipales que revisen este acto administrativo, para que sea algo voluntario y no impuesto, y sugiere que planifiquen actividades conmemorativas con los jóvenes, historiadores de lo que significó la Batalla de Carabobo tanto en Venezuela como a nivel internacional.