Los votos que el oficialismo había tomado de partidos como AD, Copei y otros “volvieron al redil”porque no cumplió, señala el periodista y militar retirado Teófilo Santaella.
En su artículo «Una bofetada de 112 diputados no es poca cosa», publicado en el portal Aporrea.org, Santaella dice que no se cultivaron ni protegieron los votos prestados.
«La dirigencia del PSUV pensó que con arengas, con apartamentos, carros y tabletas gratis se compran los votos de personas sin conciencia. 12 horas bastaron para que cayera el muro que había levantado Chávez. Un tsunami de votos acabó con todo. Fue el fin de la invencibilidad del PSUV», destaca.
El analista sostiene que aunque el presidente Nicolás Maduro reconoció la bofetada y la atribuyó a la guerra económica, no se han buscado soluciones a la crisis. Indica que «amor con hambre no dura» y que el mandatario insiste en trabajar «con funcionarios grises, faltos de hoja curricular».Santaella advierte que está en riesgo el legado de Chávez.
Reinaldo Quijada, otro columnista, llamó a reconocer la derrota y asumir la política con gallardía. «El presidente Maduro, más temprano que tarde, se verá obligado a renunciar. No estamos pidiendo que lo haga, tampoco lo deseamos. En cualquier país del mundo, una derrota de esta magnitud traería también la caída del gobierno en ejercicio», aseveró.
En Aporrea también reproducen los señalamientos que hizo el conductor de VTV Miguel Ángel Pérez Pirela el lunes, cuando pidió la renuncia de la dirección del PSUV del Zulia. El oficialismo obtuvo en ese estado solo 2 diputados, mientras la oposición logró más de 1 millón de votos.
Fuente: El Nacional