El abogado del ex mandatario dijo a Reuters que sería liberado el jueves. Mubarak, de 85 años, está siendo sometido nuevamente a juicio por acusaciones de ordenar la matanza de manifestantes durante el levantamiento de 2011 que llevó a su caída. Sin embargo, ya ha cumplido el tiempo máximo de detención antes de un juicio permitido en ese caso.
Mubarak fue condenado a prisión perpetua el año pasado por no evitar la matanza de manifestantes. Pero una corte aceptó su apelación de este año y ordenó un nuevo juicio.
Si bien la decisión no exculpa a Mubarak de todos los cargos en su contra -entre ellos, «regalar» unos 11 millones de dólares al diario oficialista Al Ahram-, sí remueve la última barrera legal para que pueda esperar en su casa el resultado de este proceso.
Los abogados defensores sostienen que el caso en su contra es débil, una opinión que el primer juez de la causa por los asesinatos, Ahmed Refaat, acompañó en su veredicto. Allí ya había señalado que no existe evidencia directa de que el mandatario hubiera ordenado la muerte de manifestantes en el estallido de 2011. Sin embargo, lo encontró culpable de no detener la violencia.
La libertad condicional surge en medio de la peor crisis en Egipto tras la caída del otrora todopoderoso aliado norteamericano en el norte de África, dejando paso a las primeras elecciones y a los Hermanos Musulmanes como foco del poder.
Sin embargo, también este nuevo gobierno, presidido por Mohamed Mursi, colapsó ante la resistencia del Ejército a someterse a sus mandos, generando un conflicto en el que recrudecieron las agresiones interreligiosas -especialmente de los islamistas radicales contra los cristianos coptos- y los choques entre seguidores del nuevo presidente derrocado y las fuerzas de seguridad.
Fuente: Infobae