El coleccionista privado Jeff Gold ha descubierto 149 grabaciones con canciones de Bob Dylan a medio terminar y tomas diversas de finales de los sesenta, principios de los setenta.
El hallazo se repartía en dos cajas de cartón almacenadas desde al menos cuatro décadas en un apartamento del neoyorquino barrio de Greenwich Village, donde el músico estadounidense ultimó su LP «Nashville Skyline» y los dos álbumes de estudio «Self Portrait» y «New Morning».
Las grabaciones habían pertenecido todo ese tiempo a la propietaria del inmueble en una de cuyas buhardillas el artista instaló su estudio. El hombre que ofreció el tesoro a un asombrado Gold ya intuía el valor potencial de un material sellado por el logotipo de Columbia Records y la escueta etiqueta «viejas grabaciones».
Según detalla Gold en el site para coleccionistas RecordMecca, las fundas de los grabaciones –en su mayoría discos de diez y doce pulgadas en perfecto estado– aparecían cubiertas de indicaciones personales del propio Dylan y el productor Bob Johnston, que ha confirmado su caligrafía a petición del coleccionista.
Las cajascontienen temas inéditos del cantautor de Minnesota, así como un buen número de cortes alternativos e inesperadas versiones eléctricas de, por ejemplo, Johnny Cash.
Gold, que ya ha puesto cuatro de los acetatos a la venta por un valor conjunto estimado de $14.000, ha señalado que Dylan aseguró una vez que «Self Portrait» había sido compuesto para disgustar deliberadamente a sus fans. El reciente hallazo parece confirmar todo lo contrario.
ABC