Los medios catalanes afirman que es casi un hecho la contratación de un ídolo del club, que como futbolista brilló allí entre 1996 y 2004, jugando al lado del ex entrenador y capitán
Tras el anuncio de que Tito Vilanova no continuaría al frente de la dirección técnica del FC Barcelona por una recaída en el cáncer que padece, el presidente Sandro Rosell y la plana mayor de la directiva comenzaron la frenética búsqueda de un sucesor.
Una larga lista de nombres comenzó a barajarse, entre ellos, los argentinos Marcelo Bielsa y Gerardo Martino, con quien el club habría tenido contactos, según informa Marca, el diario deportivo madrileño.
Pero el Barça tiene una identidad demasiado definida, que comienza en las divisiones menores y llega hasta el primer equipo. Quien asuma el cargo deberá necesariamente amoldarse a ese estilo, lo que deja en desventaja a los externos al club y a su historia.
Por eso, nada parece más lógico que la elección de alguien como Luis Enrique Martínez García, más conocido Luis Enrique. Si bien tuvo un importante pasado en el Real Madrid, el gran rival de siempre, los mejores años de su carrera como futbolista los pasó vistiendo la camiseta blaugrana.
Además, no sólo se trata de alguien que conoció al club como jugador, compartiendo durante cinco años la mitad de la cancha con Pep Guardiola, sino que además fue durante tres años entrenador del Barcelona «B», filial de la institución, en la que tienen sus primeras experiencias los jugadores de la cantera. Allí también fue socio de Guardiola, ya que asumió en 2008 reemplazándolo y, durante todo su mandato, dirigió al equipo mientras Pep conducía al plantel profesional.
Tras haberse formado en el estilo culé, Luis Enrique tuvo su primera oportunidad importante como director técnico en Italia, haciéndose cargo de la Roma durante la temporada 2011/2012. Luego retornó a España, al Celta de Vigo, donde dirige actualmente.
Según informa Sport, el diario deportivo de Cataluña, Luis Enrique fue el plan B de Rosell desde un primer momento. De hecho, el medio afirma que el mismo viernes en el que se anunciaba la salida de Vilanova, el club ya habría pagado la millonaria cláusula de rescisión necesaria para romper su vínculo con el Celta.
Fuente: Infobae