Un niño de cinco años muerto y ocho integrantes de la familia Cedeño resultaron heridos, luego de que su vivienda fuese incendiada la noche de este lunes en el callejón Los Pinos del sector Cruz Alta de Catia. El pequeño tenía quemaduras de segundo grado.
Fuentes policiales indicaron que el siniestro no fue accidental sino provocado. Hace varios días fue asesinado un familiar de uno de los heridos en el siniestro. Los Cedeños denunciaron como responsables de ese hecho a los sujetos, apodados «El Gordo, «El Tostón» y «El Jefferson». A modo de venganza, ambos antisociales ingresaron al inmueble y atentaron contra William Cedeño (49), a quien le propinaron seis disparos en el tórax. También atentaron contra otro sujeto, cuya identidad se desconoce. Este recibió un tiro en la mano izquierda.
Tras dispararles los antisociales rociaron gasolina e incendiaron la vivienda. El resto de los ocupantes intentaron escapar del lugar para evadir las llamas, pero también resultaron afectados. Los lesionados quedaron identificados como Deyarlin Cedeño (20), madre del niño que falleció. Ella también sufrió quemaduras de consideración. El padre del occiso, Johánn José Rondón Castillo, de igual manera sufrió quemaduras de consideración, además de William Emilio Cedeño.
Otros tres pequeños de 3,8 y 9 años de edad resultaron lesionados por la acción del fuego. Vecinos de la zona, auxiliaron a las víctimas y las trasladaron en jeeps, pertenecientes a la Asociación de Conductores Mario Briceño al hospital de Los Magallanes de Catia. Se conoció que su estado de salud es delicado.
Hieren a niña cuando jugaba en su casa
En otro hecho registrado en el sector El Manguito del barrio Nuevo Horizonte, una niña de tres años recibió un impacto de bala, cuando jugaba en el patio de su casa. Su madre, Adriana Del Valle Arsia, se encontraba en la sala del inmueble, escuchó unas detonaciones y corrió al sitio donde se encontraba la pequeña. Al llegar vio a la infante herida en la cabeza. Fue llevada a un centro asistencial. Su estado es de pronóstico reservado.
NATALIA MATAMOROS
EL UNIVERSAL
