Un millar de personas se concentraron este miércoles en Vinarós, noreste de España, pidiendo el cierre de la planta submarina de almacenamiento de gas ubicada frente a la costa del pueblo, que parece ser el origen de una oleada de terremotos.
Alrededor de un millar de vecinos de la zona formaron una muralla humana en el paseo marítimo de esta localidad de la provincia de Castellón, limítrofe con la región de Cataluña, exhibiendo pancartas con lemas como «Stop terremotos» o «No al Castor», el nombre de la planta, según pudo comprobar un fotógrafo de la AFP.
Desde inicios de septiembre, la población de esta zona está sufriendo terremotos de baja intensidad que parecen vinculados a este almacén submarino, situado a 22 km mar adentro y que desde el pasado 26 de septiembre, según el ministerio de Industria, ha parado su actividad.
«Desde el 5 de septiembre pasado se han producido 378 movimientos sísmicos, 12 de ellos perceptibles por la población, uno de ellos (…) concretamente, el día 1 de octubre, de un nivel de 4,2 de magnitud en la escala Richter», explicó este miércoles en el congreso el ministro de Industria, José Manuel Soria.
En la misma sesión, el diputado del partido nacionalista catalán CIU, Jordi Jané, le recriminó que «hay alarma social» por la oleada de sismos y advirtió que «en ocasiones la naturaleza es sabia y nos lanza avisos».
El ministerio mandó la semana pasada a un equipo de expertos para investigar las instalaciones y buscar el origen de los terremotos, aunque Soria ya reconoció entonces que podrían haber sido inducidos por la planta Castor.
Esta planta, situada cerca de una pequeña falla sísmica de poca actividad, aprovecha un antiguo pozo petrolífero a más de 1.700 metros por debajo del fondo marino como un almacén de gas natural.
El pozo, en el que de momento se han inyectado 100 millones de metros cúbicos de gas de los 1.300 millones que podría albergar, está conectado a una plataforma marina que, a su vez, se conecta por un gasoducto con el sistema de distribución de gas español.
Fuente: Agencias