Detrás de cada idea, de cada iniciativa y emprendimiento está una mente maestra… En este caso el hombre que materializó su sueño fue un empresario local de nombre Claus Böbel, quien llevó su amor por las salchichas a otro nivel, hasta el punto de compartirlo con el mundo entero con la apertura del hotel.
En cuanto a su interés por la charcutería y los embutidos, es un legado familiar. Forma parte de la cuarta generación de vendedores de salchichas y derivados, por lo que se podría decir que siempre llevó en la sangre esta afición, solo que encontró la manera de hacerla más visible para el universo.