Un guardia nacional activo, adscrito a Vigilancia Costera en Punta de Meta, en Guanta, y un civil fueron atrapados por oficiales motorizados de la Policía del estado Anzoátegui cuando supuestamente llevaban sometido con un cuchillo en el cuello a un taxista.
La aprehensión del sargento segundo Carlos Alberto Pinto Hernández, de 27 años y de su tío Félix Manuel Pinto González, de 45 años se logró en la avenida Miranda de Barcelona a las 12:00 de la noche del sábado.
La información que se obtuvo extraoficialmente indica que el militar y su tío le habían solicitado un servicio a un conductor de apellido Maestre, quien se desplazaba en un Hiunday Getz, color plata.
A los pocos minutos de subir al auto, uno de los hombres sacó un cuchillo y se lo colocó en el cuello al chofer, a quien le exigieron que los llevara a la Fundación Mendoza, en Barcelona, pero, el exceso de velocidad del vehículo llamó la atención de los motorizados que en ese momento realizaban un patrullaje por la avenida Fuerzas Armadas.
Los oficiales iniciaron la persecución y en la avenida Miranda el taxi se detuvo. Del carro descendieron los hombres que intentaron huir a veloz carrera, pero no llegaron lejos porque los funcionarios del Centro de Coordinación Policial de El Viñedo le pusieron “los ganchos”.
Los dos detenidos residen en la manzana 10 de la Fundación Mendoza.
Según el sistema de información policial ninguno de los dos tiene registro policiales ni antecedentes.
Medida
El procedimiento fue puesto a la orden de la fiscal auxiliar primera, Erika Velásquez, que ayer trasladó a los señalados a los tribunales de control.
Al juez Séptimo de Control, Héctor Musso, le correspondió conocer de la causa y celebrar la audiencia de presentación.
Después de rendir declaraciones, el magistrado Musso acordó la medida privativa de libertad para ambos, por los delitos de robo agravado, agavillamiento y asalto a taxista.
La representante de la vindicta pública tiene 45 días para concluir la averiguaciones y de acuerdo con los resultados debe pronunciarse sobre las responsabilidades del caso.
Fuente: El Tiempo