La alegría le ha durado poco al entrenador del fúbol rumano Laurentiu Reghecampf tras proclamar campeón de la liga de su país al Steaua de Bucarest y fichar por más de 1,8 millones de euros por el Al Hilal, el club más popular y exitoso de Arabia Saudita. Nada más firmar el contrato, de dos años de duración, se ha encontrado con duras críticas de los seguidores del equipo, que exigen su despido fulminante. La razón: consideran que no es el entrenador adecuado por estar casado con Ann María Prodan, que trabaja como modelo de revista, ha posado para Playboy y tiene el cuerpo cubierto de tatuajes. Demasiado para un país como Arabia.
La tormenta, según informa la agencia Al Arabiya News, se ha desatado sólo un día después de entrar en el organigrama del Al Hilal. Como prueba basta con seguir la oleada de mensajes en Twitter en los que se lanzan duras críticas contra el entrenador y su mujer. Uno de ellos, @faisalalmohlakies, no dudaba en preguntarse que «si un entrenador es incapaz de controlar a su esposa, ¿cómo puede controlar a los jugadores?».
Otro usuario de Twitter, @A_Al3li, ha hecho pública una imagen de un coche de la Policía Religiosa junto con un comentario que decía: «Ana Maria Prodan, la esposa de Laurentiu Reghecampf y su agente, trabaja en un club nudista, vamos a mandarle esta foto y tal vez le ayude».
El trabajo y las aficiones de Prodan, conocida además como una gran jugadora en los casinos de Las Vegas, se consideran inadmisibles para la sociedad del país árabe, donde impera la Sharia (Ley Islámica). Sus leyes, muy estrictas, prohíben el juego y las bebidas alcohólicas y además exigen que las mujeres vayan completamente cubiertas en público.
Ann María Prodan vive de momento en Estados Unidos y no tiene previsto trasladarse a Arabia, donde su marido puede tener los días contados a pesar de las grandes expectativas deportivas que en principio había generado su fichaje. De hecho, su primera tarea como entrenador del Al Hilal es llegar en 2014 a los cuartos de final de la AFC Champions League, el torneo de clubes más importante de Asia.
La modelo, por su parte, no ha negado que juegue en Las Vegas. Al contrario, lo admite. Pero, según ha declarado a la revista Casino, lo hace «responsablemente». «Disfruto de la ciudad con mis amigos, sin excesos; me doy cuenta de que todo en la vida hay que pensarlo bien sobre todo en lo referente a los juegos de azar». A pesar de ello, en Arabia no convence.
Fuente: ABC