Una tromba de agua ha marcado la celebración de la primera tomatina de pago de la historia. El diluvio ha motivado que la tradicional fiesta que alberga la localidad valenciana de Buñol cada último miércoles del mes de agosto se haya anticipado un cuarto de hora respecto al horario previsto. A pesar de haber restringido el aforo (las 15.000 entradas puestas a la venta se han agotado), los responsables municipales han descatado la normalidad con la que ha transcurrido la celebración. El Ayuntamiento se reservó un total de 5.000 entradas para los vecinos de Buñol, que han accedido al recinto sin pagar.
La batalla vegetal, que data de 1945, cuenta con participantes de más de sesenta nacionalidades, que han tenido que canjear su entrada por una pulsera para acceder al recinto. Entre los «guerreros» destacan los australianos (19%), japoneses (17%) y británicos (11%). A estos les siguen españoles y estadounidenses con el 7% e indios y canadienses con el 4%.
Fuente ABC
