Ya en la antigüedad el uso de elementos naturales con propósitos medicinales era conocido. Desde infusiones, cremas o aceites, un botiquín natural se caracteriza por ser un resumen de conocimientos que se han compartido por generaciones. Los remedios que nos brinda la sabia naturaleza pueden llegar a ser más rápidos y efectivos que cualquier fármaco, la idea es tener a disposición elementos fundamentales para tener en casa tus propios remedios caseros.
Anís:
Se usa para tratar enfermedades relacionada con los bronquios y los pulmones. Posee propiedades expectorantes por lo que es común su uso en resfríos y tos. Además se recomienda en casos de problemas estomacales por sus propiedades carminativas, y en trastornos como meteorismo o gases ya que favorece la digestión, es un antiespasmódico natural en caso de diarreas.
Diente de león:
Presenta características diuréticas estimulando la función renal, favorece entonces la eliminación de líquidos del organismo, así como también de cálculos renales, previniendo además la formación de éstos. Por su alto contenido en hierro es recomendado para tratar cuadros de agotamiento, fatiga crónica y anemia.
Equinacea
La equinácea se utiliza frecuentemente para combatir las infecciones respiratorias, específicamente para el resfriado común. Aunque algunas personas lo emplean de modo preventivo, su utilidad en este sentido ha sido desmentida por estudios publicados. Demostrando, por otra parte, su eficacia para combatir los síntomas del resfriado. Además posee propiedades antiinflamatorias, por lo que es recomendable en padecimientos de artritis.
Manzanilla
También conocida como camomila o romana. Tiene propiedades digestivas por lo que favorece la realización de los procesos digestivos, actúa estimulando la secreción de bilis. Las infusiones de manzanillas son utilizadas en casos de estreñimientos y trastornos digestivos en general. Además de combatir el nerviosismo y la ansiedad, gracias a sus características como sedante natural, haciéndose muy común su uso en casos de insomnio.
Menta:
También es utilizado en problemas digestivos, como la indigestión, los dolores estomacales y las náuseas. Posee propiedades analgésicas por lo que se usa para el dolor de muelas, además de dolor muscular y articular. Y propiedades antiespasmódicas, combatiendo los gases y las flatulencias. Alivia la acidez estomacal. Se usa contra afecciones respiratorias, resfríos, gripes, bronquitis y sinusitis. Cuando se aplica de forma tópica, actúa como un anti-irritante y analgésico, con capacidad para reducir el dolor y de mejorar el flujo de la sangre y el área afectada.
Revista Bienestar Y Salud
Por Confirmado Massiel Bravo